Elegba andaba probando a sus hijos, haciéndose pasar por mendigo y pidiendo de puerta en puerta y de lugar en lugar. En todas partes le daban lo que quería, hasta que llego a la casa de un Okuni que era malgenioso y denegó darle nada, ni siquiera hospitalidad, por lo que Elegba lo señalo como avaro y falto de bondad. El Okuni que le negó hospitalidad a Elegba, la comida y otras cosas que le pidió, no era en realidad avaro, ni de mal corazón, sino un poco caprichoso al que no le gustaba que lo obligaran a nada y también un poco falto de memoria. Él se había hecho idea de que ya le había dado a Elegba y que este volvía por segunda ocasión. Así sucedieron las cosas y el Okuni que le negó a Elegba lo pedido, tuvo en una ocasión, que ir a otro lugar donde se origino una guerra o confusión y sin darse cuenta se vio involucrado en la tragedia y fue acusado de lo que no había hecho, por lo que estuvo a punto de perder la leri. Estando en espera de lo que podía sucederle y lamentándose de lo que hasta ese momento le había sucedido y estando entre dormido y despierto, vio una sombra o alguien que lo llamaba y le decía lo que debía de hacer para salvarse. Lo que vio fue a Elegba. Presto atención y entonces Elegba le dio tres garabatos y le pidió que rápidamente le diera un akuko en el nigbe, que el arreglaría el asunto pues conocía y era amigo del oba de aquel lugar. Este Okuni era acusado por su gran parecido con el hombre que huyo y había formado aquel disturbio o confusión. Nuestro personaje fue acusado de ser el causante de todo aquello, pero Elegba disfrazado se metió entre la gente y los convenció de que este hombre era inocente y que el culpable de todo era el que se había ido a toda carrera. Pero así y todo no lo dejaron regresar de inmediato y tuvo que esperar a que le tramitaran el permiso para poder salir de allí. Cuando este hombre fue puesto en libertad, le dio a Elegba su akuko en el nigbe y cuando llego a su casa puso en la misma los tres garabatos y fue como un inshe ozain y desde entonces siempre cumplido con Elegba y no protesto más por nada que este le pidiera.