Encuentre las oraciones y cantos más usados en misas espirituales.
1. Debes conocer y amar a Dios, orar a Él y santificarlo.
2. Debes conocer, amar y santificar la naturaleza, el espíritu, la humanidad sobre todo individuo, espiritual y humano.
3. Debes conocerte, respetarte, amarte, santificarte como semejante a Dios, como ser individual y social juntamente.
4. Debes vivir y obrar como todo humano, con entero sentido, facultades y fuerzas en todas tus relaciones.
5. Debes conocer, respetar, amar tu espíritu y tu cuerpo y ambos en unión, manteniendo cada una y ambos puros, sanos bellos, viviendo tú en ellos como un ser armónico.
6. Debes hacer el bien con pura, libre, entera voluntad y por los buenos medios.
7. Debes ser justo con todos los seres y contigo, en puro, libre, entero respeto al derecho.
8. Debes amar a todos los seres y a ti mismo con pura, libre, leal inclinación.
9. Debes vivir en Dios y bajo Dios, vivir en la razón, en la naturaleza, en la humanidad, con ánimo dócil y abierto a toda vida, a todo goce legítimo y a todo amor puro.
10. Debes buscar la verdad con espíritu atento y constante, por motivo de la verdad y forma sistemática.
11. Debes conocer y cultivar en ti la belleza, como la semejanza de Dios en los seres limitados en ti mismo.
12. Debes educarte con sentido dócil para recibir en ti las influencias bienhechoras de Dios y del mundo.
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Nombre | Oración |
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El Padre Nuestro | Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. |
El Avemaría | Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. |
La Señal de la Cruz | En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. |
Gloria | Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. |
Credo de los Apóstoles | Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. |
Credo Niceno | Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén. |
La Salve | Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! |
Acto de contrición | Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como tú. Antes querría haber muerto que haberte ofendido, y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén. |
Oración al Espíritu Santo | Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.Envía, Señor, tu Espíritu y serán creados.Y renovarás la faz de la tierra. |
El Ángel de la Guarda | Ángel de mi guarda dulce compañía no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes sólo que me perdería. |
Nombre | Oración |
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La Fe | Soy la hermana mayor de la Esperanza y de la Caridad, me llamo Fe. Soy grande y fuerte; el que me posee no teme ni al hierro ni al fuego; es a prueba de todos los sufrimientos físicos y morales. Resplandezco sobre vosotros como una antorcha, cuyos chispeantes rayos se reflejan en el fondo de vuestros corazones, y os comunico la fuerza y la vida. Entre vosotros se dice que yo levanto las montañas, y yo os digo: Vengo a conmover al mundo, porque el Espiritismo es el que debe ayudarme a Unios, pues a mí; yo os convido: soy la FE. ¡Soy la Fe! Habito con la Esperanza, la caridad y el amor, en el mundo de los espíritus puros. A menudo he bajado de las regiones etéreas y he venido sobre la tierra a regeneraros, dándonos la vida del espíritu; pero a excepción de los méritos de los primeros tiempos del Cristianismo y algunos fervientes sacrificios hechos de tarde en tarde para el progreso de la ciencia, de las letras, de la industria y de la libertad, sólo he encontrado entre los hombres indiferencia y frialdad, y he vuelto a remontar tristemente mi vuelo hacia el cielo; me creías entre vosotros, no es la Fe; la verdadera Fe es la vida y la acción. Antes de la Revelación del espiritismo, la vida era estéril; era un árbol seco por las refulgentes chispas del rayo que nada producía. Se me reconoce por mis actos; ilumino las inteligencias, caliento y reanimo los corazones en mi regazo; alejo de vosotros las influencias engañosas y os conduzco a Dios por la Perfección del espíritu y del corazón. Venid y agruparos bajo mi estandarte; soy poderosa y fuerte; soy la Fe. Soy la Fe, mi reinado empieza entre los hombres, reinado pacífico que les hará felices para el tiempo presente, para la eternidad. La aurora de mi advenimiento entre vosotros es pura, serena; su sol será resplandeciente y su ocaso vendrá a mecer dulcemente a la humanidad en los brazos de eterna felicidad. ¡Espiritismo! Derramas sobre los hombres tu bautismo regenerador; yo les hago un llamamiento supremo, soy la Fe. |
La Esperanza | Me llamo Esperanza; os sonrío cuando entráis en la vida, en ella os sigo paso a paso y sólo os dejo cuando llegáis a los mundos en que se realizan, para vosotros, las promesas de felicidad que sin cesar oís. Soy vuestra fiel amiga; no rechacéis mis inspiraciones. Soy la Esperanza. Yo soy la que canto por el camino con la voz del ruiseñor, y la que en eco de los bosques exhalo esas notas lastimeras y armoniosas que os hacen entrever los cielos; yo soy la que inspiro a la golondrina el deseo de anidar sus amores al abrigo de vuestros techos; juego con la brisa que acaricia vuestros cabellos; derramo a vuestros pies los perfumes suaves de las flores de vuestros jardines, y casi nunca ocupáis vuestro pensamiento con esta amiga que tan sincera os es. No la rechacéis; es la Esperanza. Tomo todas las formas para acercarme a vosotros; soy la estrella que brilla en el azul del cielo, el caliente rayo del sol que os vivifica; yo os entretengo para las noches con sueños festivos; alejo de vosotros el negro cuidado y los pensamientos sombríos; guío vuestros pasos por el sendero de la virtud; os acompaño en vuestras visitas, a los moribundos, y os inspiro las palabras afectuosas que les consuelen. No me rechacéis, soy la Esperanza. ¡Soy la Esperanza! Yo soy la que en invierno hago crecer en la corteza de las encinas el musgo espeso donde los pajarillos construyen su nido; soy la que en la primavera corona el manzano y el almendro de blancas y rosadas flores, y las esparzo sobre la tierra como alfombra celeste que hace aspirar a los mundos felices. Sobre todo, yo estoy con vosotros cuando estáis pobres y enfermos, mi voz suena sin cesar con vuestros oídos, no me rechacéis, soy la Esperanza. No me rechacéis porque el ángel el desespero me hace una fuerza encarnizada y agota sus esfuerzos para tomar mi puesto al lado de vosotros; no siempre soy la más fuerte y cuando consigue que me aleje, os rodea con sus fúnebres alas, desvía vuestros pensamientos de Dios y os conduce al suicidio; unidos a mí para alejar su funesta influencia y dejaos mecer dulcemente en mis brazos porque soy la Esperanza. |
La Caridad | Soy la Caridad, si, la verdadera caridad; en nada me parezco a la caridad que vosotros practicáis. La que ha usurpado mi nombre entre vosotros, es fantástica, caprichosa, exclusiva, orgullosa, y vengo a precaveros contra los defectos que acompañan, a los ojos de Dios, el mérito y resplandor de sus buenas acciones. Sed dóciles a las lecciones que el espíritu de verdad os da por mi voz: seguidme los que me sois fieles: yo soy la Caridad. Seguidme; yo conozco todos los infortunios, todos los dolores, todos los sufrimientos, todas las aflicciones que asedian a la humanidad. Soy la madre de los huérfanos, la hija de los ancianos, la protectora y el sostén de las viudas; curo las llagas infectadas; cuido todas las enfermedades; doy vestido, pan y abrigo a los que no lo tienen; subo hasta las más miserables buhardillas; voy a la humilde pocilga; llamo a las puertas de los ricos y poderosos, porque por donde quiera que viva una criatura humana, hay bajo el velo de la felicidad amargos y punzantes dolores. ¡Oh! ¡Cuán grande es mi tarea! No basto a llenarla si no venís a mi ayuda; venís a mí; soy la Caridad. No guardo preferencia a nadie; jamás digo a los que me necesitan: "Tengo mis pobres, dirigios a otra parte". ¡Oh, falsa caridad, que daño haces! Amigos, no debemos a todos; creedme, no rehuséis vuestra asistencia a nadie, socorred a los unos y a los otros con bastante desinterés par ano exigir ningún reconocimiento de parte de los que habréis socorrido, la paz del corazón y de la conciencia es la dulce recompensa de mis obras; yo soy la verdadera Caridad. Nadie en la Tierra conoce el número y la naturaleza del bien que yo hago; sólo la falsa caridad hiere y humilla al que consuela. Guardaos de este funesto extravío; las acciones de esta clase no tienen ningún mérito delante de Dios, y llaman sobre vosotros su cólera. Sólo él debe conocer los generosos rasgos de vuestros corazones cuando os hacéis los tributarios de sus beneficios. Guardad, pues, amigos de dar publicidad a la limosna: creedme: Yo soy la Caridad. Tengo que consolar a tantos desgraciados, que muy a menudo se me quedan los pechos y las manos vacías; vengo a deciros lo que espero de vosotros. El Espiritismo tiene por divisa "Amor y Caridad", y todos los verdaderos espiritistas querrán conformarse a este sublime precepto, predicado por Cristo hace más de diecinueve siglos. Seguidme, pues hermano; yo soy la Caridad. |
Oración Dominical | I. ¡Padre Nuestro que estás enlos cielos, santificado sea tu nombre!Creemos en vos, Señor, porque todo revelavuestro poder y vuestra bondad. La armonía delUniverso atestigua una sabiduría, una prudencia y unaprevisión tales, que superan todas las facultadeshumanas; el nombre de un ser soberanamente grandey sabio está inscripto en todas las obras de la Creación,desde la hoja de la yerba y el insecto más pequeño,hasta los astros que se mueven en el espacio; en todaspartes vemos la prueba de una solicitud paternal; poreso, ciego es el que no os reconoce en vuestras obras,orgulloso el que no os glorifica e ingrato el que no osda las gracias.II. ¡Venga tu reino!Señor, disteis a los hombres leyes llenas desabiduría, que harían su felicidad si las observasen.Con esas leyes, harían reinar entre ellos la paz y lajusticia; se ayudarían mutuamente en vez deperjudicarse como lo hacen, el fuerte sostendría al débily no lo abatiría, evitando los males que engendran losabusos y los excesos de todas clases. Todas lasmiserias de este mundo vienen de la violación devuestras leyes, porque no hay una sola infracción queno tenga fatales consecuencias.Disteis al animal el instinto que le traza el límitede lo necesario y él maquinalmente se conforma coneso; pero al hombre además de su instinto, le disteis lainteligencia y la razón; le disteis también la libertad deobservar o infringir aquellas de vuestras leyes que leconciernen personalmente, es decir, de escoger entre el bien y el mal, a fin de que tenga el mérito y laresponsabilidad de sus acciones.Nadie puede poner como pretexto la ignoranciade vuestras leyes, porque en vuestra previsiónpaternal, quisisteis que estuviesen grabadas en laconciencia de cada uno, sin distinción de cultos ni denaciones; los que las violan es porque os desconocen.Vendrá un día, según vuestra promesa, en quetodos las practicarán; entonces la incredulidad habrádesaparecido; todos os reconocerán como SoberanoSeñor de todas las cosas y el reino de vuestras leyesserá vuestro reino en la Tierra.Dignaos, Señor, apresurar su advenimiento,dando a los hombres la luz necesaria para conducirlosal camino de la verdad.III. ¡Hágase tu voluntad así en la Tierra comoen el Cielo!Si la sumisión es un deber del hijo para con supadre y del inferior para con su superior ¡cuánto mayorno debe ser la de la criatura con su Creador! Hacervuestra voluntad, Señor, es observar vuestras leyes ysometerse sin murmurar a vuestros divinos decretos;el hombre se someterá a ellos, cuando comprenda quesois la fuente de toda sabiduría y que sin vos nadapuede; entonces, hará vuestra voluntad en la Tierra,como los elegidos en el Cielo.IV. El pan nuestro de cada día, dádnosle hoy.Dadnos el alimento para conservar las fuerzasdel cuerpo; dadnos también el alimento espiritual parael desarrollo de nuestro Espíritu.El animal encuentra su alimento, pero el hombrelo debe a su propia actividad y a los recursos de suinteligencia, porque vos le habéis creado libre.Vos le dijisteis: “Extraerás tu alimento de la tierracon el sudor de tu frente”; por eso habéis hecho unaobligación del trabajo a fin de que ejercitara suinteligencia buscando los medios de proveer a sunecesidad y a su bienestar; unos por el trabajo material,otros por el trabajo intelectual; sin trabajo quedaríaestacionado y no podría aspirar a la felicidad de losEspíritus superiores.Secundáis al hombre de buena voluntad queconfía en vos para lo necesario, pero no aquel que secomplace en la ociosidad y que le gustaría obtenerlotodo sin trabajo, ni aquel otro que busca lo superfluo.(Cap. XXV).¡Cuántos son los que sucumben por sus propiasfaltas, por su incuria, por su imprevisión o por suambición y por no haber querido contentarse con loque les disteis! Estos son los artífices de su propioinfortunio y no tienen derecho de quejarse, porqueson castigados en aquello en que han pecado. Pero niaun a esos abandonáis porque sois infinitamentemisericordioso; vos le tendéis mano segura desde que,como el hijo pródigo, regresen sinceramente a vos. (Cap.V, número 4).Antes de quejarnos de nuestra suerte,preguntémonos si ella no es obra nuestra; a cadadesgracia que nos llegue, preguntémonos si nodependió de nosotros evitarla; pero digamos tambiénque Dios nos dio la inteligencia para sacarnos dellodazal y que depende de nosotros hacer uso de ella.Puesto que la ley del trabajo es la condición delhombre en la Tierra, dadnos ánimo y fuerza paracumplirla; dadnos también prudencia, previsión ymoderación, con el fin de no perderle el fruto.Dadnos, pues, Señor, nuestro pan de cada día,es decir, los medios de adquirir con el trabajo las cosasnecesarias a la vida, porque nadie tiene el derecho dereclamar lo superfluo.Si nos es imposible trabajar, confiamos envuestra Divina Providencia.Si está en vuestros designios el probarnos porlas más duras privaciones, a pesar de nuestrosesfuerzos, nosotros las aceptaremos como una justaexpiación de las faltas que hayamos cometido en esta vida o en una vida precedente, porque sois justo;sabemos que no hay penas inmerecidas y que jamáscastigáis sin causa.Preservadnos, ¡oh Dios mío!, de concebir laenvidia contra los que poseen lo que nosotros notenemos, ni siquiera contra aquellos que tienen losuperfluo, cuando a nosotros nos hace falta lonecesario. Perdonadles si olvidan la ley de caridad yde amor al prójimo, que les enseñasteis. (Cap. XVI,número 8).Apartad también de nuestro espíritu elpensamiento de negar vuestra justicia, viendo laprosperidad del malo y la desgracia que oprime a vecesal hombre de bien. Gracias a las nuevas luces quehabéis tenido a bien darnos, sabemos ahora quevuestra justicia se cumple siempre y no falta a nadie;que la prosperidad material del malo es efímera comosu existencia corporal y que tendrá terriblescontratiempos, mientras que la alegría reservada al quesufre con resignación será eterna. (Cap. V, números, 7,9, 12, 18).V. Perdona nuestras deudas, así como nosotrosperdonamos a nuestros deudores. Perdona nuestrasofensas, así como nosotros perdonamos, a nuestrosofensores.Cada una de nuestras infracciones a vuestrasleyes, Señor, es una ofensa hacia vos y una deudacontraída que tarde o temprano tendrá que pagarse.Solicitamos de vuestra infinita misericordia el perdónpara ellas, con la promesa de hacer los debidosesfuerzos para no contraer nuevas deudas.Hicisteis una ley expresa de la caridad; pero lacaridad no consiste sólo en asistir al semejante en lanecesidad; consiste también en el olvido y en el perdónde las ofensas. ¿Con qué derecho reclamaríamos vuestraindulgencia, si nosotros mismos faltásemos a ella conrespecto a aquellos contra quienes tenemos motivosde quejas?Dadnos ¡oh Dios!, la fuerza para ahogar ennuestra alma todo sentimiento, todo odio y rencor;haced que la muerte no nos sorprenda con un deseode venganza en el corazón. Si os place el retirarnoshoy mismo de este mundo, haced que podamospresentarnos a vos puros de toda animosidad, a ejemplodel Cristo, cuyas últimas palabras fueron de clemenciapara sus verdugos. (Cap. X).Las persecuciones que nos hacen sufrir losmalos, forman parte de nuestras pruebas terrenales ydebemos aceptarlas sin murmurar, como todas las otraspruebas, y no maldecir a aquellos que con sus maldadesnos facilitan el camino de la felicidad eterna, porquedijisteis por la boca de Jesús: “¡Bienaventurados losque sufren por la justicia!” Bendigamos, pues, la manoque nos hiere y nos humilla, porque las contusionesdel cuerpo fortalecen nuestra alma y seremoslevantados de nuestra humildad. (Cap. XII, número 4).Bendito sea vuestro nombre, Señor, porhabernos enseñado que nuestra suerte no estáirrevocablemente fijada después de la muerte; queencontraremos en otras existencias los medios derescatar y de reparar nuestras faltas pasadas, de cumpliren una nueva vida lo que no pudimos hacer en esta pornuestro adelantamiento. (Cap. IV; cap. V, número 5).Así se explican, finalmente, todas las anomalíasaparentes de la vida, pues es la luz derramada sobrenuestro pasado y nuestro futuro, la señalresplandeciente de vuestra soberana justicia y devuestra bondad infinita.VI. No nos dejes caer en tentación, mas líbranosdel mal. Dadnos, Señor, la fuerza para resistir a lassugestiones de los malos Espíritus que intentasendesviarnos del camino del bien, inspirándonos malospensamientos.Pero nosotros mismos somos Espíritusimperfectos encarnados en la Tierra para expiar ymejorarnos. La causa primera del mal está en nosotrosy los malos Espíritus no hacen más que aprovecharsede nuestras inclinaciones viciosas, en las cuales nosmantienen para tentarnos.Cada imperfección es una puerta abierta a suinfluencia, mientras que son impotentes y renuncian atoda tentativa contra los seres perfectos. Todo lo quepodamos hacer para separarlos, es inútil, sino lesoponemos una voluntad inquebrantable en el bien,renunciando absolutamente al mal. Es, pues, necesario,dirigir nuestros esfuerzos contra nosotros mismos yentonces los malos Espíritus se alejarán naturalmente,porque el mal es el que los atrae, mientras que el bienlos rechaza. (Véase Oraciones para los obsesos).Señor, sostenednos en nuestra debilidad;inspirándonos por la voz de nuestros ángelesguardianes y de los Buenos Espíritus, la voluntad decorregirnos de nuestras imperfecciones, con el fin decerrar a los Espíritus impuros el acceso a nuestra alma.(Véase adelante el número 11).El mal no es obra vuestra, Señor, porque lafuente de todo bien no puede engendrar nada malo;nosotros mismos somos los que lo creamosinfringiendo vuestras leyes por el mal uso quehacemos de la libertad que nos habéis dado. Cuandolos hombres observen vuestras leyes, el maldesaparecerá de la Tierra, como ya desapareció de losmundos más avanzados.El mal no es una necesidad fatal para nadie ysólo parece irresistible a aquellos que se abandonan aél con satisfacción. Si tenemos la voluntad de hacerlo,podemos también tener la de hacer el bien; por eso, ohDios, pedimos vuestra asistencia y la de los buenosEspíritus para resistir la tentación.VII. Amén.¡Si os place, Señor, que nuestros deseos secumplan! Pero nos inclinamos ante vuestra sabiduríainfinita. Sobre todas las cosas que nos es dadocomprender, que se haga vuestra santa voluntad y nola nuestra, porque sólo queréis nuestro bien y sabéismejor que nosotros lo que nos es útil.Os dirigimos esta oración, ¡oh Dios!, pornosotros mismos, por todas las almas que sufren,encarnadas o desencarnadas, por nuestros amigos yenemigos, por todos aquellos que pidan nuestraasistencia y en particular por N...Pedimos para todos ellos vuestra misericordiay vuestra bendición.Nota: Se puede formular aquí lo que seagradece a Dios y lo que se pide para sí mismo o paraotro. |
Al empezar la reunión | buenos Espíritus para asistirnos, aleje a los quepudieren inducirnos en error, y que nos conceda la luznecesaria para distinguir la verdad de la impostura.Apartad también a los Espíritus malévolos,encarnados o desencarnados, que podrían intentarponer la discordia entre nosotros y desviarnos de lacaridad y amor al prójimo. Si alguno pretendieseintroducirse aquí, haced que no encuentre acceso enel corazón de ninguno de nosotros.Buenos Espíritus que os dignáis venir ainstruirnos, hacednos dóciles a vuestros consejos;apartadnos de todo pensamiento de egoísmo, deorgullo, de envidia y de celos; inspiradnos indulgenciay benevolencia para nuestros semejantes presentes yausentes, amigos y enemigos; haced, en fin, que en lossentimientos de que nos sintamos animados,reconozcamos vuestra saludable influencia.Dad a los médiums a quienes encarguéis detransmitirnos vuestras enseñanzas, la conciencia de lasantidad del mandato que les ha sido confiado y de lagravedad del acto que van a cumplir, con el fin de quetengan el fervor y el recogimiento necesario.Si, en la asamblea, se encontrasen personas quefuesen atraídas por otro sentimiento que no sea el delbien, abrid sus ojos a la luz, y perdonadles, así comonosotros les perdonamos, si vinieren con malasintenciones.Rogamos especialmente al Espíritu de N...nuestro guía espiritual, que nos asista y vele sobrenosotros. |
Al finalizar la reunión | Agradecemos a losbuenos Espíritus que han querido venir a comunicarsecon nosotros, y les rogamos que nos ayuden a poneren práctica las instrucciones que nos han dado, y quehagan que al salir de aquí, cada uno de nosotros sesienta fortificado en la práctica del bien y del amor alprójimo.Deseamos, igualmente que estas instruccionessean provechosas a los Espíritus que sufren, ignoranteso viciosos que hayan asistido a esta reunión y sobrelas cuales imploramos la misericordia de Dios. |
Para los médiums | Dios Todopoderoso, permitid alos buenos Espíritus que me asistan en la comunicaciónque solicito. Preservadme de la presunción de creermeal abrigo de los malos Espíritus, del orgullo que pudieraengañarme sobre el valor de lo que obtenga y de todosentimiento contrario a la caridad con respecto a losotros médiums. Si soy inducido en error, inspirad algunoel pensamiento de que me lo advierta y a mí la humildadque me hará aceptar la crítica con reconocimiento,tomando para mí mismo y no para otros, los consejosque se servirán darme los buenos Espíritus.Si siento la tentación de abusar en lo que quieraque sea, o envanecerme de la facultad que habéis tenidoa bien concederme, os ruego que me la retiréis antes depermitir que sea desviada de su fin providencial, quees el bien de todos y mi propio adelantamiento moral. |
Nombre | Oración |
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Padre Nuestro | Padre Nuestro que estas en lo infinito si este nombre dulcísimo prefieres, santificado sea en los seres átomos y universos quede escrito. Vénganos el tu reino en hondo grito te pide esta mansión de padeceres, pues tu reino es la paz y donde imperes ¿Que ha de importar más que el amor bendito? Hágase al fin tu voluntad que es ella el progreso y el bien en el profundo cielo azul, en la tierra, flores bellas, y cual golfo de luz grande y profundo, anega la creación estrella a estrella, sol a sol, mundo a mundo. |
A los espíritus protectores y angeles guardianes I | Espíritus sabios y benévolos,mensajeros de Dios, cuya misión es la de asistir a loshombres y conducirles por el buen camino; sostenedmeen las pruebas de esta vida, dadme fuerzas para sufrirlassin murmurar; desviad de mí los malos pensamientos yhaced que no dé acceso a ninguno de los malosEspíritus que intenten inducirme al mal. Iluminad miconciencia para que pueda ver mis defectos, separadde mis ojos el velo del orgullo que podría impedirmeverlos y confesármelos a mí mismo.Vos sobre todo, N... , mi ángel de la guarda, queveláis más particularmente y vosotros, Espíritusprotectores que os interesáis por mí, haced que mehaga digno de vuestra benevolencia. Conocéis misnecesidades, que ellas sean satisfechas según lavoluntad de Dios. |
A los espíritus protectores y angeles guardianes II | ¡Oh Dios!, permitid a los buenosEspíritus que me rodean, que vengan en mi ayudacuando esté en dificultades y que me sostengan sivacilo. Haced, Señor, que ellos me inspiren fe, esperanzay caridad; que sean para mí un apoyo, una esperanza yuna prueba de vuestra misericordia; haced, en fin, queencuentre a su lado la fuerza que me falta parasobrellevar las pruebas de la vida y para resistir a lassugestiones del mal, la fe que salva y el amor queconsuela. |
A los espíritus protectores y angeles guardianes III | Espíritus muy amados, ángelesguardianes, vosotros a quienes Dios, en su infinitamisericordia, permite velar por los hombres, sed misprotectores en las pruebas de la vida terrestre. Dadmela fuerza, el valor y la resignación; inspiradme todo loque es bueno y detenedme en la pendiente del mal;que vuestra dulce influencia penetre mi alma; hacedque sienta que un amigo sincero está cerca de mí, queve mis sufrimientos y comparte mis alegrías.Y vos, mi buen ángel, no me abandonéis; tengonecesidad de vuestra protección para soportar con fey amor las pruebas que le plazca a Dios enviarme. |
En el momento de dormirse | Mi alma va a encontrarse porun instante con los otros Espíritus. Que vengan losbuenos y me ayuden con sus consejos. Mi ángel de laguarda, haced que al despertar conserve de ellos unaimpresión saludable y duradera. |
Ave María | Dios te salve María. Llena eres de gracia, el señor este contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Santa María, espíritu puro en quien fue engendrado el Redentor ruega por nosotros e intercede por los desdichados. |
Gloria | Gloria a Dios en las alturas y paz a los hombres mansos y humildes de corazón |
Nombre | Oración |
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En las aflicciones de la vida | Dios Todopoderoso que veisnuestras miserias, dignaos escuchar favorablementelos votos que os dirijo en este momento. Si mi súplicafuere inconveniente, perdonádmela; si es justa y útil avuestros ojos, que los buenos Espíritus que ejecutanvuestra voluntad, vengan en mi ayuda para sucumplimiento.Cualquier cosa que me suceda, ¡oh Dios!, quese haga vuestra voluntad. Si mis deseos no sonatendidos, es porque entra en vuestros designios elprobarme y a ello me someto sin murmurar. Haced queno conciba por ello desaliento, y que mi fe y miresignación sean sustentadas.(Formúlese la súplica) |
Acto de sumisión y resignación I | ¡Oh Dios! Sois soberanamentejusto; todo sufrimiento en este mundo, debe, pues,tener su causa y su utilidad. Yo acepto el motivo deaflicción que acabo de experimentar como una expiaciónde mis faltas pasadas y una prueba para el futuro.Buenos Espíritus que me protegéis, dadmefuerza para soportarla sin murmurar; haced que seapara mí una advertencia saludable, que aumente miexperiencia y que combata en mí el orgullo, la ambición,la necia vanidad y el egoísmo, y que todo contribuyapara mi adelantamiento. |
Acto de sumisión y resignación II | Oh Dios, siento la necesidad derogaros para que me deis fuerza para sobrellevar laspruebas que os plazca enviarme. Permitid que la luz seabastante viva para que mi Espíritu aprecie toda laextensión de un amor que me aflige por querer salvarme.Yo me someto con resignación, ¡oh Dios!, pero, ¡ay demí! La criatura es tan débil, que si vos no me sostenéis,temo sucumbir. No me abandonéis, Señor, porque sinvos no soy nada. |
Acto de sumisión y resignación III | Elevé mi mirada hacia ti, oh Eterno, yme sentí fortalecido. Tú eres mi fuerza, no meabandones, ¡oh Dios! ¡Estoy abatido bajo el peso demis iniquidades! Ayúdame; ¡Tú conoces la debilidadde mi carne y no apartas tus miradas de mí!Estoy devorado por una sed ardiente; haz quebrote un manantial de agua viva, y quedará aquéllaapagada. Que no se abra mi boca sino para cantar tusalabanzas y no para murmurar en las aflicciones de mivida. Soy débil, Señor, pero tu amor me sostendrá.¡Oh Eterno! ¡Sólo tú eres grande, sólo tú eres elfin y el objetivo de mi vida! Si me hieres, que por ello tunombre sea bendito, porque tú eres el Señor y yo elservidor infiel; doblaré mi frente sin quejarme, porquetú eres grande, sólo tú eres la meta. |
Nombre | Oración |
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Petición | Pido permiso al Gran Poder de Dios, a nuestro hermano mayor Jesús de Nazareth, a mi Ángel Guardián, a mis guías, protectores, mentores espirituales, hermanos Médicos de la Cosmogonía, y demás hermanos y espíritus buenos pendientes de mi progreso y adelanto espiritual vengan en mi auxilio, vengan en mi ayuda para liberar: mi espíritu, mi materia, mi casa, etc. (la petición de acuerdo a lo que desee limpiar) de todo tipo de malevolencias, de fluidos impuros, de influencias mal sanas y de los espíritus atrasados que quieran interrumpir mi progreso y mi adelanto espiritual. También pedimos a nuestros representantes de la Ley de Amor y de Justicia se hagan presentes para que con su valiosa colaboración, no permitan que ningún hermano atrasado intente introducirse aquí a saciar su ímpetu de maldad, de odio y de malevolencia. Y que de una vez por todas sean guiados y aconsejados para que desistan de su obstinación, se arrepientan de corazón, rompan los trabajos de hechicería y se incorporen a trabajar por su progreso y adelanto espiritual. Amado maestro Jesús de Nazareth, tu siempre nos has dicho que busquemos para encontrar, que llamemos para que se nos responda, hoy te estoy llamando y te estoy buscando y estoy seguro de que te encuentras aquí, si no estás tú está uno de tus delegados que viene a traernos la salud, la sabiduría, la serenidad, la fuerza, el amor, la paz y la comprensión, para seguir sembrando y regando tu sagrada doctrina. Padre de Amor, de misericordia infinita, tú conoces los caminos donde andamos, tú conoces nuestras necesidades, tu nunca apartas tu mirada de nosotros, tú sabes que somos débiles pero solo tu amor nos sostendrá, no nos abandones padre porque sin vos somos nada, danos lo mejor de tus dones para alcanzar tu luz divina, poder cumplir tu sagrada doctrina y conseguir la fuerza que necesitamos para poder llevar nuestras pruebas y expiaciones con fe y con resignación. |
Para corregirse un defecto | Vos me disteis, ¡oh Dios!, lainteligencia necesaria para distinguir el bien del mal;así, pues, desde el momento en que reconozco que unacosa es mala, soy culpable, porque no me esfuerzo enrechazarla.Preservadme del orgullo, que podría impedirmever mis defectos y de los malos Espíritus que podríanexcitarme a perseverar en ellos.Entre mis imperfecciones, reconozco queparticularmente estoy inclinado a ... y si no resisto aesta tentación es por la costumbre que tengo de cedera ella.Vos no me habéis creado culpable, porque soisjusto, sino con una aptitud igual tanto para el biencomo para el mal. Si sigo el mal camino, es por efecto demi libre albedrío. Pero, por la misma razón que tengo lalibertad de hacer el mal, tengo también la de hacer elbien; por consiguiente, tengo que cambiar de camino.Mis defectos actuales son un resto de lasimperfecciones que conservé de mis precedentesexistencias; es mi pecado original, del cual me puedodespojar por mi voluntad y con la asistencia de losbuenos Espíritus.Buenos Espíritus que me protegéis, y sobretodo vos, mi ángel guardián, dadme fuerzas para resistira las malas sugestiones y salir victorioso de la lucha.Los defectos son barreras que nos separan deDios y cada defecto superado será un paso dado en lasenda del progreso, que debe acercarme a Él.El Señor, en su infinita misericordia tuvo a bienconcederme la existencia actual, para que sirva a miadelantamiento; buenos Espíritus, ayudadme aaprovecharla, con el fin de que no sea una existenciaperdida para mí y para que cuando Dios quieraretirármela, salga mejor que cuando entré a ella. (Cap.V, número 5; cap. XVII, número 3). |
Para resistir a una tentación | Dios Todopoderoso, no medejéis sucumbir a la tentación que tengo de cometeruna falta. Espíritus benévolos que me protegéis, desviadde mí este mal pensamiento y dadme la fuerza de resistira la sugestión del mal. Si sucumbo, habré merecido laexpiación de mi falta, tanto en esta vida como en laotra, porque soy libre para elegir. |
Para agradecer la victoria | ¡Oh Dios!, os doy gracias porhaberme permitido salir victorioso de la lucha que acabode sostener contra el mal; haced que esta victoria medé fuerzas para resistir a las nuevas tentaciones.Y a vos, mi ángel guardián, os doy gracias porla asistencia que me habéis dado. Que mi sumisión avuestros consejos me haga digno de merecer de nuevovuestra protección. |
Para pedir un consejo | En nombre de DiosTodopoderoso, buenos Espíritus que me protegéis,inspiradme la mejor resolución a adoptar en laincertidumbre en que me encuentro. Dirigid mipensamiento hacia el bien y desviad la influenciade aquellos que intenten separarme del buencamino. |
Ante un peligro inminente | ¡Dios Todopoderoso, vos miángel guardián, socorredme! Si debo sucumbir, que sehaga la voluntad de Dios. Si me salvo, que en el restode mi vida repare el mal que pude hacer y del cual mearrepiento. |
Gracias por un favor obtenido | Dios infinitamente bueno, quevuestro nombre sea bendito por los bienes que mehabéis concedido; sería indigno de ellos si losatribuyese a la casualidad de los acontecimientos o ami propio mérito.Buenos Espíritus, que fuisteis ejecutores de lavoluntad de Dios y a vos sobre todo, mi ángel guardián,os doy las gracias. Alejad de mí el pensamiento deenorgullecerme y de hacer de ello un uso que no seapara el bien. Particularmente os doy las gracias por... |
Acción de gracias al salir de un peligro | ¡Oh Dios! y vos mi ángel de laguarda, os doy las gracias por el socorro que me habéisenviado cuando el peligro me amenazaba. Que estepeligro sea para mí una advertencia que me esclarezcasobre las faltas que han podido conducirme a él.Comprendo, Señor, que mi vida está en vuestras manosy que podéis quitármela cuando os plazca. Inspiradmepor los buenos Espíritus que me asisten, el pensamientode emplear útilmente el tiempo que me concedes aúnen este mundo.Mi ángel de la guarda, sostenedme en laresolución que tomo de reparar mis agravios y de hacertodo el bien que estuviere en mi poder, con el fin dellegar con menos imperfecciones al mundo de losEspíritus cuando quiera Dios llamarme. |
Cuando se prevé una muerte próxima | ¡Oh Dios! Creo en vos y envuestra bondad infinita; por esto no puedo creer quedierais la inteligencia al hombre para conoceros y laaspiración al porvenir para sumergirle después en lanada.Creo que mi cuerpo es sólo la envolturaperecedera de mi alma y que cuando haya cesado devivir, me despertaré en el mundo de los Espíritus.Dios Todopoderoso, siento romperse los lazosque unen mi alma al cuerpo y muy pronto voy a darcuenta del empleo hecho de la vida que dejo. Voy a sufrir las consecuencias del bien o delmal que hice; allí no hay ilusiones, no hay subterfugioposible; todo mi pasado va a desenvolverse delantede mí y seré juzgado según mis obras.Nada me llevaré conmigo de los bienes de laTierra; honores, riquezas, satisfacciones de vanidad yorgullo, en fin, todo lo que pertenece al cuerpo, va aquedar en este mundo; ni la menor partícula me seguiráy nada de todo esto me servirá de socorro en el mundode los Espíritus. Sólo llevaré conmigo lo que pertenecea mi alma, es decir, las buenas y las malas cualidades,que se pesarán en la balanza de una rigurosa justicia yseré juzgado con tanta más severidad cuanto miposición, en la Tierra, más ocasiones me haya dado depracticar el bien que no hice. (Cap. VI, número 9).¡Dios de misericordia, que mi arrepentimientollegue hasta vos! Dignaos extender sobre mí vuestraindulgencia.Si os pluguiese prolongar mi existencia, que elresto sea empleado para reparar, tanto como de mídependa, el mal que haya podido hacer. Si mi hora llegópara siempre, llevo conmigo la idea consoladora queme será permitido redimirme por medio de nuevaspruebas a fin de merecer un día la felicidad de loselegidos.Si no me es dado gozar inmediatamente de esafelicidad sin mácula, que sólo pertenece al justo porexcelencia, sé que no me está negada eternamente laesperanza y que con el trabajo, alcanzaré el objetivo,más temprano o más tarde, según mis esfuerzos.Sé que buenos Espíritus y mi ángel guardiánestán aquí, cerca de mí, para recibirme, y que dentro depoco les veré como ellos me ven. Sé que encontraré alos que amé en la Tierra, si lo hubiere merecido, y losque dejo aquí vendrán a unirse conmigo para que undía estemos juntos para siempre y que mientras tanto,podré venir a visitarles.Sé también que voy a encontrar a los que ofendí,les ruego que me perdonen lo que puedan reprocharme:mi orgullo, mi dureza, mis injusticias y que no me llenede vergüenza con su presencia.Perdono a todos los que me han hecho o mehan querido mal en la Tierra, no les conservo ningúnodio y ruego a Dios que les perdone.Señor, dadme fuerzas para dejar sin pesar losgoces groseros de este mundo, que no son nada allado de los goces puros del mundo en que voy a entrar.Allí, para el justo, ya no hay tormentos, sufrimientos,ni miserias; sólo sufre el culpable pero le queda laesperanza.Buenos Espíritus, y vos, mi ángel de la guarda,no me dejéis fallar en este momento supremo; hacedque resplandezca a mis ojos la luz divina para quereanime mi fe, si llegase a vacilar. |
Acción de gracias por un beneficio concedido a otro | ¡Oh Dios!, bendito seáis por lafelicidad que habéis concedido a N...Buenos Espíritus, haced que vea en ella unefecto de la bondad de Dios. Si el bien que se le concedees una prueba, inspiradle el pensamiento de que hagade él un buen uso y de no envanecerse, con el fin deque este bien no resulte en su perjuicio para el futuro.Vos, mi buen genio que me protegéis y deseáismi felicidad, alejad de mi pensamiento todo sentimientode envidia y de celos. |
Para los que sufren persecución | Señor, vos nos dijisteis, por laboca de Jesús, vuestro Mesías: “Bienaventurados losque sufren persecución por la justicia; perdonad avuestros enemigos; orad por los que os persiguen”; yÉl mismo nos ha enseñado el camino, orando por susverdugos.A su ejemplo, ¡oh Dios!, solicitamos vuestramisericordia para los que desconocen vuestros divinospreceptos, los únicos que pueden asegurar la paz eneste mundo y en el otro. Nosotros decimos como elCristo: “Perdonadles, Padre Nuestro, porque ellos nosaben lo hacen”.Dadnos la fuerza para soportar con paciencia yresignación, como pruebas para nuestra fe y humildad,sus burlas, sus injurias, sus calumnias ypersecuciones; apartadnos de todo pensamiento derepresalias, porque la hora de vuestra justicia sonarápara todos y nosotros la esperamos sometiéndonos avuestra santa voluntad. |
Oración del Necesitado | ¡Oh! Señor Todopoderoso y Supremo Hacedor del Universo, perdona este mortal si en algo ha faltado ignorantemente y Tú que todo lo ves, lo oyes y lo aprecias por tu infinita sabiduría; mira la necesidad en que hoy me encuentro y ayúdame a conseguir el pan de cada día por medio del honroso trabajo o de alguna manera que mi conciencia no se cargue, ni tenga que arrepentirme de mi proceder. Escucha mi ruego, ¡oh señor! Que te hago de corazón, con el deseo de no faltar a mis deberes contraídos y haz que cumplan conmigo igualmente las personas que para mí lo tengan, tanto materiales como morales y ayúdame a obtener el trabajo que necesite para el sustento de mi familia o ilumíname para alcanzar el pan de cada día o para poder realizar mis ideas si fuere no solamente para mí bien, sino para el bien de la humanidad viviente. Dadme fuerzas para poder seguir soportando estas pruebas que agobian mi cuerpo y menoscaban mi espíritu, no por orgullo, Señor, sino para que mi misión sea más pasable y pueda tolerar así mismo las imprecaciones y desavenencia de los seres que me rodean y continuar mi derrotero sin tener que recurrir a nada que pueda afectar mi integridad personal, ni perjudique mi existencia presente, ni labre un retroceso para el futuro. Gracias mi Señor, por tu bondad infinita, porque de tu misericordia no puede dudarse y sé que me ayudarás a la realización de mi idea o a la adquisición del trabajo que necesito. |
Nombre | Oración |
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Para alguien que esté en aflicción | ¡Oh Dios!, cuya bondad esinfinita, dignaos aliviar la amargura de la posición deN..., si tal es vuestra voluntad.Buenos Espíritus, en nombre de DiosTodopoderoso, os suplico que le asistáis en susaflicciones. Si en interés suyo, no pueden ser evitadas,hacedles comprender que son necesarias para suadelantamiento. Dadle la confianza en Dios y en elporvenir, y se le harán menos duras. Dadle también lafuerza para que no sucumba a la desesperación; porqueperdería el fruto y haría que su posición futura fueraaún más penosa. Conducid mi pensamiento hacia él yque le ayude a sostener su ánimo. |
Para un agonizante | Dios poderoso y misericordioso,he aquí un alma que deja su envoltura terrestrepara volver al mundo de los Espíritus, su verdaderapatria; que pueda entrar allí en paz y que vuestramisericordia se extienda sobre ella.Buenos Espíritus, que la acompañasteis en laTierra, no la abandonéis en este momento supremo;dadle fuerza para soportar los últimos sufrimientos quedebe padecer en este mundo para su adelantamientofuturo; inspiradle para que ella consagre alarrepentimiento de sus faltas los últimos destellos deinteligencia que le restan o que pueden volverlemomentáneamente.Dirigid mi pensamiento a fin de que su acciónhaga menos penosa la separación, y que lleve en sualma, en el momento de dejar la Tierra, los consuelosde la esperanza. |
Para las personas que se han amado | Dignaos, ¡oh Dios!, acogerfavorablemente la oración que os dirijo por el Espíritude N... hacedle entrever vuestras divinas luces y que lesea más fácil el camino de la felicidad eterna. Permitidque los buenos Espíritus le lleven mis palabras y mipensamiento.Tú que me eras querido en este mundo, oye mivoz que te llama para darte un nuevo testimonio de miafecto. Dios permitió que fueses liberado primero; nopodría quejarme de ello sin egoísmo, porque sería estarafligido por no tener más para ti las penas y lossufrimientos de la vida. Espero, pues, con resignaciónel momento de nuestra reunión en el mundo más felizen que me has precedido.Yo sé que nuestra separación es momentánea y que por larga que pudiera parecerme, su duración seborra ante la eterna felicidad que Dios promete a suselegidos. Que su bondad me preserve de hacer nadaque pueda retardar este instante deseado, y que meahorre de este modo el dolor de no volverte a encontraral salir de mi cautiverio terrestre.¡Oh! ¡Qué dulce y consoladora es la certeza deque sólo hay entre nosotros un velo material que teoculta de mi vista! Que puedas estar aquí, a mi lado,verme y oírme como otras veces y aún mejor que antes;que no me olvidarás como yo tampoco no te olvidaré;que nuestros pensamientos no cesen de confundirse,y que el tuyo me siga y me sustente siempre.Que la paz del Señor sea contigo. |
Para las almas que sufren y piden oraciones I | Dios clemente y misericordioso,que vuestra bondad se extienda sobre todos losEspíritus que desean nuestras oraciones y particularmentesobre el alma de N...Buenos Espíritus cuya única ocupación es elbien, interceded conmigo para su alivio. Haced queresplandezca a sus ojos un rayo de esperanza, y que ladivina luz les ilumine y les haga ver las imperfeccionesque les alejan de la morada de los felices. Abrid sucorazón al arrepentimiento y al deseo de depurarse paraacelerar su adelantamiento. Hacedles comprender quepor su esfuerzo pueden abreviar el tiempo de suspruebas.¡Qué Dios, en su bondad les dé fuerza paraperseverar en sus buenas resoluciones!Que estas palabras benévolas puedan mitigarsus penas demostrándoles que en la Tierra hay seresque saben compadecerse de ellos y que desean sufelicidad. |
Para las almas que sufren y piden oraciones II | Os suplicamos, Señor, derramarsobre todos los que sufren, sea en el espacio comoEspíritus errantes, sea entre nosotros como Espíritusencarnados, las gracias de vuestro amor y de vuestramisericordia. Tened piedad de nuestras debilidades.Falibles nos hicisteis, pero nos habéis dado la fuerzapara resistir al mal y vencerlo. Que vuestra misericordiase extienda sobre todos los que no han podido resistira sus malas inclinaciones y están aún arrastrándose enun mal camino. Que vuestros buenos Espíritus leenvuelvan; que vuestra luz resplandezca a sus ojos, yque, atraídos por su calor, vengan a prosternarse avuestros pies, humildes, arrepentidos y sumisos.Os suplicamos igualmente, Padre demisericordia, por aquellos de nuestros hermanos queno tuvieron la fuerza de soportar las pruebas terrestres.Vos nos disteis un fardo para cargar, Señor, y nosotrossólo debemos depositarlo a vuestros pies; pero nuestradebilidad es grande y el valor nos falta algunas vecespor el camino. Tened piedad de estos servidoresindolentes que han abandonado la obra antes detiempo; que vuestra justicia les excuse y permita avuestros buenos Espíritus llevarles el alivio, losconsuelos y la esperanza del futuro. El camino delperdón es fortificante para el alma; mostradlo, Señor, alos culpables que desesperan, y sostenidos por estaesperanza sacarán fuerzas del mismo cúmulo de susfaltas y de sus sufrimientos para rescatar su pasado yprepararse para conquistar el porvenir. |
Para los enfermos I | (Para que la diga el enfermo).Señor, sois todo justicia; la enfermedad que habéisquerido enviarme debo merecerla, porque jamás hacéissufrir sin causa. Para mi curación, yo me entrego avuestra infinita misericordia; si os place volverme lasalud, que vuestro santo nombre sea bendito; si por elcontrario debo sufrir aún, que así mismo sea bendito;me someto sin murmurar a vuestros divinos decretos,porque todo lo que haréis no puede tener otro objetoque el bien de vuestras criaturas.Haced, Dios mío, que esta enfermedad sea paramí un aviso saludable y me lleve a meditar sobre mímismo; la acepto como una expiación del pasado ycomo una prueba de mi fe y sumisión a vuestra santavoluntad. |
Para los enfermos II | (Para el enfermo). Dios mío,vuestros designios son impenetrables, y en vuestrasabiduría creísteis un deber afligir a N... con laenfermedad. Os suplico echéis una mirada decompasión sobre sus sufrimientos y os dignéisponerles un término.Buenos Espíritus, ministros del Todopoderoso,os ruego que secundéis mi deseo de aliviarle; dirigidmi pensamiento, a fin de que vaya a derramar un bálsamosaludable en su cuerpo y el consuelo en su alma.Inspiradle la paciencia y la sumisión a lavoluntad de Dios, dadle fuerza para sobrellevar susdolores con resignación cristiana a fin de que no sepierda el fruto de esta prueba. |
Para los enfermos III | (Para ser pronunciada por elmédium de curación). Dios misericordioso, si os dignáisserviros de mí, aun cuando soy indigno puedo curareste sufrimiento si tal es vuestra voluntad, porque tengofe en vos; sin vos nada puedo. Permitid a los buenosEspíritus que me penetren con su fluido saludable, afin de que lo trasmita a este enfermo, y alejad de mítodo pensamiento de orgullo y de egoísmo que pudieraalterar su pureza. |
Nombre | Oración |
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Para un niño recién nacido II | Dios mío, me confiasteis la suerte deuno de vuestros Espíritus; haced, Señor, que sea dignodel deber que me fue impuesto; concededme vuestraprotección; iluminad mi inteligencia con el fin de quepueda discernir pronto las tendencias del que debopreparar para entrar en vuestra paz. |
Para un niño recién nacido I | (Para los padres). Espíritu queestás encarnando en el cuerpo de nuestro hijo,bienvenido seas entre nosotros; Dios Todopoderosoque lo habéis enviado, bendito seáis.Este es un depósito que nos ha sido confiado,del que debemos dar cuenta un día. Si pertenece a lanueva generación de Espíritus que debe poblar la Tierra,¡gracias, oh Dios, por este favor! Si es un almaimperfecta, nuestro deber es ayudarla a progresar en elcamino del bien, por nuestros consejos y buenosejemplos; si cayere en el mal por nuestra causa,responderemos de ello ante vos, porque no habremoscumplido nuestra misión respecto a él.Señor, sostenednos en nuestro trabajo y dadnosfuerza y voluntad para cumplirlo. Si este niño debe serobjeto de nuestras pruebas, ¡que se cumpla vuestravoluntad! Buenos Espíritus que habéis venido a presidirsu nacimiento y debéis acompañarle durante su vida,no lo abandonéis. Alejad de él a los Espíritus imperfectosque pudieran inducirle al mal; dadle fuerza para resistira sus sugestiones y el valor para sufrir con paciencia yresignación las pruebas que le esperan en la Tierra. |
Para un niño recién nacido II | Dios de bondad, puesto que habéistenido a bien permitir al Espíritu de este niño que vengade nuevo a sufrir las pruebas terrestres para hacerleprogresar, dadle la luz a fin de que aprenda a conoceros,amaros y adoraros. Haced, por vuestra omnipotencia,que esta alma se regenere en el manantial de vuestrasdivinas instrucciones; que bajo el amparo de su ángelde la guarda, su inteligencia crezca, se desarrolle y lehaga aspirar a aproximarse cada vez más a vos; que laciencia del Espiritismo sea la luz brillante que le iluminea través de los escollos de la vida; que sepa, en fin,apreciar toda la inmensidad de vuestro amor, que nosprueba para fortificarnos.Señor, echad una mirada paternal sobre la familiaa la que confiaste esta alma; que pueda comprender laimportancia de su misión y haced germinar en este niñolas buenas semillas, hasta el día en que él mismo pueda,por sus propias aspiraciones, elevarse sólo hacia vos.Dignaos, oh Dios, escuchar esta humildeplegaria en nombre y por los méritos del que dijo: “Dejada los niños venir a mí, porque el reino de los cielos espara los que se les asemejen”. |
Nombre | Oración |
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Contemplación | Dios omnipotente, voluntad sublime y viviente que no hay palabra para expresarla, que ninguna idea puede abrazar; podemos, sin embargo, elevar nuestro corazón hacia Ti porque a Ti estamos unidos. Tu voz se hace oír dentro de nosotros; en Ti lo incomprensible, nuestra propia naturaleza y el mundo entero nos son inteligibles; cada enigma de nuestra existencia está resuelto y en nuestra alma reina una perfecta armonía. Tú creaste en nosotros la conciencia nuestro deber y la de nuestro destino en la serie de los seres razonables. ¿Cómo? Lo ignoramos. ¿Pero acaso tenemos necesidad de saberlo? Lo que sabemos es que Tú conoces muy bien nuestros pensamientos y aceptas nuestras buenas intenciones, y la contemplación de tus relaciones con nuestra naturaleza infinita, basta para tranquilizarnos y hacernos felices. En cuanto a nosotros mismos, no sabemos bien lo que debemos hacer; por lo tanto, obraremos simplemente con serenidad y sin astucia, porque tu voz es la que ordena y la fuerza con que cumplimos nuestros deberes es la propia tuya. No tenemos los acontecimientos de este mundo, porque este mundo es el tuyo y estos acontecimientos forman parte de tus designios; lo que dentro de estos designios es positivamente el bien y sólo un medio de evitar el mal, lo logramos; pero sabemos que todo el universo concluirá bien en esta fe estamos seguros. ¿Qué importa que no conozcamos lo que es el germen, flor o fruto perfecto? Lo que nos importa es el de la razón y la moralidad entre los seres razonables. ¡Ah! ¡Cuando nuestro corazón se cierre a todo deseo terrestre, cuanto grande nos parecerá el universo bajo su aspecto glorioso! Las masas inertes y embarazosas que solo sirven para llenar el espacio se desvanecerán, y en su lugar un eterno oleaje de vida, de fuerza y de acción, brotará del grande manantial de la vida primordial, que es tu vida. Señor, que eres unidad eterna. |
Acto de amor a Dios II | Yo sentía, Dios, dentro del pecho un deseo y afán siempre creciente, y ese afán ardentísimo y deshecho era un enigma en mi confusa mente. Yo buscaba un objeto que pudiera dejar contento al corazón ansioso, y no hallaba en la natura entera y volví a mi anhelo impetuoso. Y era, Dios mío, que mi pecho amaba, y ese inmenso afán en que latía, objeto inmenso cual su amor buscaba y era al mundo pequeño al ansia mía. Entonces conocí cual era el polo y desde entonces me entregue a ti solo y tú fuiste mi amor y mi consuelo, que yo buscaba en mi ferviente anhelo. Amor divino cuya ardiente llama nutre al ser que me dio tu providencia, que es cadáver, Dios mío, el que no ama, y tu amor es la vida, la existencia. Más ay, que el pecho fascinado a veces de Ti se olvida, aletargado y frío y apagado tu amor con esquiveces la mundana ilusión abrasa impío. Más no permitas que un error tan triste afecto alguno al corazón exhale, que es indigno del alma que me diste amar a un mundo que tampoco vale. Calle ese mundo, pues, calle el grito con que apartarme de tu amor intenta, un corazón que amado es infinito con menos que con Dios no se contenta. |
Oración del Alma | Dios mío, perdona esta alma que está vagando por las tinieblas de la ignorancia. Padre mío, ilumina el sendero que ha de seguir esta alma como divisa. Hermano que estás perdiendo el tiempo, oye mi voz que te dicta para pleno beneficio de tu progreso. Hermano que irradias mi materia con tus fluidos, deseo que no persistas en esta tentación. Dios mío, dale a este hermano un átomo de comprensión para que su espíritu reciba una lección, así también vos, Padre Celestial, perdonadme si yo he cometido alguna falta en contra de él. Espero ir a reconcilio espiritual con este hermano invisible. Deseo que él se dé exacta cuenta de que es un espíritu y está llamado a progresar por el sendero del bien. Hermano, espero que te decidas por tu progreso y que te des exacta cuenta de la obra que estás haciendo. Deseo que desde este instante en adelante pienses de otra manera muy distinta. Deseo que tu guardián te dé una estela de luz. Dios mío, si este hermano viene conmigo en tendencia, yo deseo que vos como ser supremo le perdonéis toda idea que este hermano haya trasmitido contra mi persona. Tu hermano en la tierra orará por tu espíritu. Tres padres nuestro para tu alma durante nueve días. |
Credo Espiritista | Creo en Dios, creador de los mundos visibles e invisibles; que ha hecho todo transformable y perfectible con un fin e armonía eterna. Creo en el padre todopoderoso de las humanidades de todos los mundos. Creo que mi alma emanada de su seno fecundo, gravita alrededor del foco luminoso de su inteligencia, como los astros alrededor del sol, y de El recibe la luz y fuerza. Creo que voy hasta esa alma grande de las almas, por grados ascensionales y purificadores; que voy subiendo los escalones espirituales por medio de existencias sucesivas y que siempre puedo, por esfuerzo de mi voluntad y la unión magnética de mi espíritu con Dios, redimirme de las culpas del pasado, contra la sociedad, la familia, mis amigos y contra mí, creo en la solidaridad de los sufrimientos en el mundo visible y en el invisible, en vista de una armonía final de Paz y de Amor. Dios mío, creo en vuestra potencia, por las maravillas de la Creación que hiere mis ojos, pero sobre todo, creo en vuestra suprema bondad, por medio de los sentimientos de mi corazón. Creo firmemente en la Ley del amor, por la cual todos los hombres se elevan y se purifican, y tengo la certeza firme de que siendo el mal la desgracia, no habrá más que dichosos en la tierra cuando desaparezcan los malos. Ser bueno es querer a sus hermanos en humanidad, y amar a sus hermanos es amaros. Gracias, Dios mío, que habéis puesto al lado de la solidaridad los sufrimientos la colectividad de los goces. Gracias por habernos reunido en familia, grupos, regiones, falanges, para vivir juntos, agrupados en un solo corazón, para fortificaros unos a otros, ayudar al progreso de los atrasados y curar a los que sufren. Inspiradnos lo que debemos hacer para acelerar la libertad de las almas cautivas bajo el peso de las pasiones viles y de la ignorancia. Ayudadnos en la lucha en contra de todo enemigo del progreso y no permitir que confundamos nunca el cielo para el fundamento de las verdades nuevas con los impulsos culpables de nuestro carácter. Haced que seamos persuasivos, sin lastimar nunca nada, ni por nuestros actos, ni por nuestras palabras. Padre Todopoderoso, mandad sobre la tierra el Ángel de la Redención, pues creo en su venida para la salvación del género humano y la liberación definitiva de nuestra Tierra de Pruebas. Haced más y más grande y fuerte, valerosos e invisibles, animados para preparar vuestro reino. Creo en vuestro reino, Dios mío, en él creo con certeza, aspiro con toda mi alma a verlo llegar gloriosamente. El reino del espíritu anunciado, que principia, es la prueba de que creyendo en vos y en vuestras promesas estoy sobre la senda de la verdadera felicidad, con mis hermanos; por la Ley del Amor. |
Plegaria | En el nombre de Dios Todopoderoso, una vez más te pido Padre de Amor, de Misericordia Infinita, señor, Juez Supremo del Universo Infinito, derrames tus rayos de luz divina y tus átomos benéficos y saludables sobre mi atribulado espíritu encarnado, me cobijes con tu manto de luz divina y me liberes de todo tipo de malevolencias, de fluidos impuros, de influencias mal sanas y de los espíritus atrasados que quieran interrumpir mi adelanto y mi progreso espiritual. Que de una vez por todas les hagas ver que desistan de su obstinación se arrepientan de todo corazón para que se incorporen a trabajar por su progreso y adelantamiento espiritual. Que entiendan que la vida es eterna y continuada que el espíritu no muere porque es hijo consustancial e hijo coeterno del creador universal. Que las penas y alegrías que hoy padecemos y gozamos son producto de nuestro propio y libre albedrío. Que venimos al planeta tierra porque el planeta tierra es una escuela de preparación espiritual y venimos aquí a saldar las deudas que tenemos con la ley universal. Pero hoy, cuando el planeta tierra está pasando por un periodo de transición porque el ciclo dado por la ley universal ya se cumplió nuestro Padre que nunca nos abandona y está pendiente de nuestro adelanto y progreso espiritual ha creado estos puestos de auxilio y de orientación para que nos arrepintamos de todo corazón nos incorporemos a trabajar por nuestro propio progreso y adelantamiento espiritual y salir mejor de esta existencia que cuando en ella entramos. Por eso se les pide, hermanos que se arrepientan de todo corazón y repitan conmigo digan: "Padre de amor, de misericordia infinita, señor, aquí nos tienes señor, sumisos y arrepentidos, te pido que nos perdones nos des un rayo de tu luz. Ángeles de nuestra guarda, guías y protectores espirituales, no nos abandones, ahora es cuando más los necesitamos, llévennos a los centros de estudio y de orientación donde podamos conseguir la luz divina que tanto necesitamos para nuestro propio progreso y adelantamiento espiritual. Jesús de Nazareth, amado maestro, queridísimo hermano mayor, pastor de las almas, somos tus ovejas descarriadas no nos abandones, llévanos a tu redil queremos ser espíritus buenos, espíritus en progreso, danos un rayo de tu luz para seguir tu huella y ser feliz como los demás espíritus que nos rodean." Allí tienen la luz, elévense al espacio a trabajar a estudiar por su dicha y por su felicidad, Adiós Hermanos que el padre les dé luz y progreso y los buenos espíritus los ayuden a desprenderse de los lazos materiales, adiós hermanos, luz y progreso para todos ustedes. |
Plegaria del Naufrago | Torna tu vista, Dios Mío, hacia esta infeliz criatura no me des mi sepultura entre las olas del mar. Dadme la fuerza y valor para salvar el abismo, dame gracia, por lo mismo, que es tan grande tu bondad. Si yo, cual frágil barquilla, por mi soberbia halagado, el mar humano he cruzado, tan sólo tras el placer, dejadme, Señor, que vuelva a pisar el continente, haciendo voto ferviente de ser cristiano con fe. Si yo con mi torpe falta me he mecido entre la bruma desafiando la espuma que levanta el temporal, te ofrezco que en adelante no tendré el atrevimiento de ensordecer al lamento de aquel que sufre en el mal. Y siguiendo mi rumbo, he tenido hasta el descaro de burlarme de aquel faro que puerto me designó; yo te prometo Dios mío, que brilla sobre la cruz no burlarme de esa luz por el hijo de tu amor. ¡Oh! Tú, padre de mi alma, que escuchas al afligido y me ves arrepentido de lo que mi vida fue. Sálveme, Dios mío, sálveme y dame, antes que dé cuenta, para que yo me arrepienta el tiempo preciso. Amén |
Plegaria del Agradecido | ¡ Como pude padre mío,desesperar en mi prueba!¡Perdón!, mi razón la llevael pesar del desvarío.Perdona, Señor y atiendeesta obra meritoria,que yo grabo en mi memoria,de quien su mano me tiende.Dulce impresión que yo abrigoen mi seno recogidasello que toda mi vidallevaré siempre conmigo;dulce impresión que mañanami pecho sagrario suyoquedará al regazo tuyoallende en vida cercana.Escucha mi voz contrita,de mi pasado desvío;escucha mi afán, Dios mío,en tu bondad infinita.Oye la súplica queyo te elevo en mi fervor,por el alma que a tu amorvuela en alas de la fe.Por ella te mando hoy,el consuelo que me envías,las férvidas preces míasy las gracias que te doy.Por ella ruego que prestocese si es que le conviene,la triste pena que tienepor su atraso. Padre Nuestro. |
Acto de Amor a Dios | A ti, vuela, Señor mi pensamiento palpita por tu amor mi corazón, haz que hacia ti me eleve el sufrimiento y de ofensas e injurias el perdón. Que brille en mi horizonte la esperanza que me alumbre la antorcha de la fe y bendice al espíritu que avanza entre tinieblas si esa luz no ve. De caridad la llama abrasadora sea en mi pecho el fuego de Vestal voz de consuelo para el ser que llora, pan de los pobres y remedio al mal. Del egoísmo arranca la semilla si pretendiera germinar en mí. A ti, Señor, la creación se humilla; mi orgullo solo desconoce a ti. Desvanece las nubes en mi mente que intentara la duda levantar y en alas de un rumor siempre creciente deja que pueda tu mansión volar. |
Nombre | Oración |
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Para los recién fallecidos | Dios Todopoderoso, que vuestra misericordia se extienda sobre el alma de N...que acabáis de llamar a vos. ¡Qué la pruebas que hasufrido en esta vida le sean tomadas en cuenta ynuestras oraciones puedan aliviar y abreviar las penasque tenga aún que sufrir como Espíritu!Buenos Espíritus que habéis venido a recibirley sobre todo vos, su ángel de la guarda, asistidle paraayudarle a despojarse de la materia; dadle la luz y laconciencia de sí mismo con el fin de sacarle de laturbación que acompaña al tránsito de la vida corporala la vida espiritual. Inspiradle el arrepentimiento de lasfaltas que haya cometido y el deseo de que le seapermitido el repararlas para activar su adelantamientohacia la vida de eterna felicidad.N..., acabas de entrar en el mundo de losEspíritus, y sin embargo, estás aquí presente entrenosotros; nos ves y nos escuchas, porque no hay másdiferencia entre tú y nosotros que el cuerpo perecederoque acabas de dejar y que muy pronto será reducido apolvo.Dejaste el grosero envoltorio sujeto a lasvicisitudes y a la muerte y sólo conservas la envolturaetérea, imperecedera e inaccesible a los sufrimientos.Si no vives ya por el cuerpo, vives la vida de losEspíritus y esta vida está exenta de las miserias queafligen a la Humanidad.Ya no tienes el velo que oculta a nuestros ojoslos resplandores de la vida futura; de hoy en adelantepodéis contemplar nuevas maravillas, mientras quenosotros estamos aún sumergidos en las tinieblas.Vas a recorrer el espacio y visitar los mundoscon toda libertad, mientras que nosotros nosarrastramos penosamente sobre la Tierra, en la que nosretiene nuestro cuerpo material, semejante paranosotros a una carga muy pesada.El horizonte del infinito va a desarrollarse anteti y en presencia de tanta grandeza comprenderás lavanidad de nuestros deseos terrestres, de nuestrasambiciones mundanas y de nuestros goces fútiles deque los hombres hacen sus delicias.La muerte sólo es, entre los hombres, unaseparación material de algunos instantes. Desde el lugardel exilio en donde nos retiene aún la voluntad de Dios,así como los deberes que tenemos que cumplir en estemundo, nosotros te seguiremos con el pensamientohasta el momento en que se nos permita reunirnoscontigo, así como tú te has reunido con los que teprecedieron.Si nosotros no podemos ir a tu lado, tú puedesvenir al nuestro. Ven, pues, entre los que te aman y quehas amado; sosténles en las pruebas de la vida, velapor los que te son queridos, protégeles según tu podery calma sus pesares con el pensamiento de que eresmás feliz ahora y con la consoladora certeza de estarreunidos un día en un mundo mejor.En el mundo en que estás deben extinguirsetodos los resentimientos terrestres. ¡Qué de hoy enadelante, seas inaccesible a ellos para tu felicidadfutura! Perdona, pues, a los que han procedido malcontigo, como te perdonan aquellos con los que hasprocedido mal. |
Para los recién fallecidos II | Señor Todopoderoso, que vuestramisericordia se extienda sobre nuestros hermanos queacaban de dejar la Tierra. Que vuestra luz resplandezcaa sus ojos. Apartadlos de las tinieblas; abrid sus ojos ysus oídos. Que los buenos Espíritus les envuelvan yles hagan oír las palabras de paz y esperanza.Señor, por indignos que seamos, nos atrevemosa implorar vuestra misericordiosa indulgencia a favorde aquél de nuestros hermanos que acaba de serllamado del exilio; haced que su regreso sea el del hijopródigo. Olvidad, Dios mío, las faltas que ha podidocometer, para acordarnos del bien que hizo. Vuestrajusticia es inmutable, lo sabemos, pero vuestro amores inmenso; os suplicamos suavizar vuestra justiciapor esa fuente de bondad que mana de vos.Que la luz se haga para ti, hermano mío, queacabas de dejar la Tierra. Que los buenos Espíritus delSeñor desciendan hacia ti, te envuelvan y te ayuden asacudir tus cadenas terrestres. Comprende y mira lagrandeza de Nuestro Señor; sométete sin murmurar asu justicia, pero no desesperes jamás de su misericordia.¡Hermano! Que un serio retorno a tu pasado te abra laspuertas del porvenir haciéndote comprender las faltasque dejas detrás de ti y el trabajo que te queda pararepararlas. Que Dios te perdone y que sus buenosEspíritus te sostengan y te animen. Tus hermanos dela Tierra orarán por ti y te piden que ores por ellos. |
Para un criminal | Señor, Dios de misericordia, norechacéis a este criminal que acaba de dejar la Tierra; lajusticia de los hombres pudo condenarle, pero no poresto se salva de vuestra justicia, si su corazón no se haconmovido por un sincero arrepentimiento.Quitadle la venda que le oculta la gravedad desus faltas. ¡Que con su arrepentimiento encuentregracia ante vos y que se alivien los sufrimientos de sualma! ¡Que nuestras oraciones y la intervención de losbuenos Espíritus puedan darle la esperanza y elconsuelo! Inspiradle el deseo de reparar sus malasacciones en una nueva existencia y dadle fuerza paraque no sucumba en las nuevas luchas que emprenderá.¡Señor, tened piedad de él! |
Para un suicida | Sabemos, Dios mío, la suertereservada a los que violan vuestras leyes acortandovoluntariamente sus días; pero sabemos también quevuestra misericordia es infinita; dignaos derramarlasobre el alma de N... ¡Que nuestras oraciones y vuestraconmiseración endulcen la amargura de lospadecimientos que sufre por no haber tenido el valorde esperar el fin de sus pruebas!Buenos Espíritus cuya misión es asistir a losinfelices, tomadle bajo vuestra protección;inspiradle el arrepentimiento de su falta y quevuestra asistencia le dé la fuerza de soportar conmás resignación las nuevas pruebas que tendrá quesufrir para repararla. Separad de él a los malosEspíritus que podrían de nuevo llevarlo al mal yprolongar sus sufrimientos, haciéndole perder elfruto de sus futuras pruebas.Tú, cuya desdicha es el objeto de nuestrasoraciones, ¡que nuestra conmiseración endulce tusamarguras y haga nacer en ti la esperanza de unporvenir mejor! Este porvenir está en tus manos; confíaen la bondad de Dios, cuyo seno está abierto a todoslos arrepentidos, y sólo permanece cerrado a loscorazones endurecidos. |
Nombre | Oración |
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Para alejar a los malos espíritus I | ¡Ay de vosotros, escribas y fariseoshipócritas, que limpiáis lo de fuera del vaso y delplato, y por dentro estáis llenos de rapiña y deinmundicia! – ¡fariseos ciegos, limpiad primero elinterior del vaso y del plato para que sea tambiénlimpio lo que está afuera! – ¡Ay de vosotros, escribasy fariseos hipócritas! Porque sois semejantes asepulcros blanqueados, que por fuera parecenhermosos a los ojos de los hombres y dentro estánllenos de toda suerte de podredumbre. – Así tambiénde fuera os mostráis justos a los ojos de los hombres;mas por dentro estáis llenos de hipocresía y deiniquidad. (San Mateo, cap. XXIII, v. 25 a 28). |
Para alejar a los malos espíritus II | En nombre de Dios Todopoderoso,que los malos Espíritus se alejen de mí y quelos buenos me sirvan de protección contra ellos.Espíritus malhechores, que inspiráis malospensamientos a los hombres; Espíritus tramposos ymentirosos que les engañáis; Espíritus burlones queabusáis de su credulidad, os rechazo con todas lasfuerzas de mi alma y cierro el oído a vuestrassugestiones; pero pido para vosotros la misericordiade Dios.Buenos Espíritus, que os dignáis asistirme,dadme fuerza para resistir a la influencia de los malosEspíritus y luz necesaria para no ser víctima de susembustes. Preservadme del orgullo y de la presunción;separad de mi corazón los celos, el odio, la malevolenciay todo sentimiento contrario a la caridad, porque sonotras tantas puertas abiertas al Espíritu del mal. |
Para los espíritus arrepentidos | Dios de misericordia, queaceptáis el arrepentimiento sincero del pecador,encarnado o desencarnado, aquí tenéis un Espíritu quese ha complacido en el mal, pero que reconoce susfaltas y entra en el buen camino; dignaos Dios mío,recibirle como a un hijo pródigo y perdonadle.Buenos Espíritus, cuya voz él desconoció, deaquí en adelante quiere escucharos; permitid que puedaentrever la felicidad de los elegidos del Señor, a fin deque persista en el deseo de purificarse para alcanzarla;sostenedle en sus buenas resoluciones y dadle fuerzapara resistir sus malos instintos.Espíritu de N... os felicitamos por vuestraconversión y damos gracias a los buenos Espíritusque os han ayudado.Si antes os complacíais en hacer el mal, fueporque no comprendíais cuán dulce es el goce de hacerel bien; os considerabais también demasiado bajo parapoder conseguirlo. Pero desde el instante en que ospusisteis de pie en el buen camino, una luz se hizo paravos; comenzaste a disfrutar de una felicidaddesconocida y la esperanza entró en vuestro corazón.Es que Dios escucha siempre la oración del pecadorarrepentido y no rechaza a ninguno de los que vienena él.Para entrar completamente en gracia junto a Él,aplicaos desde hoy en adelante. No sólo a no hacer elmal, sino hacer el bien y sobre todo a reparar el mal quehabéis hecho; entonces habréis satisfecho a la justiciade Dios; cada buena acción borrará una de vuestrasfaltas pasadas.El primer paso está dado; ahora, cuanto másavancéis, tanto más fácil y agradable os será el camino.Perseverad, pues, y un día tendréis la gloria de sercontado entre los buenos Espíritus y los Espíritusfelices. |
Para los espíritus endurecidos | Señor, dignaos mirarbondadosamente a los Espíritus imperfectos que aúnestán en las tinieblas de la ignorancia y os desconocen,y particularmente al de N...Buenos Espíritus, ayudadnos a hacerlocomprender que induciendo a los hombres al mal,obsesándoles y atormentándoles, prolonga sus propiossufrimientos; haced que el ejemplo de felicidad quevosotros gozáis sea un estímulo para él.Espíritus que os complacéis aún en el mal,acabáis de oír la oración que hicimos por vos; ella debeprobaros que deseamos haceros el bien, aunque hagáisel mal.Sois infelices, porque es imposible ser felizhaciendo el mal; ¿por qué, pues, permanecer en penacuando depende de vosotros salir de ella? Oservad alos buenos Espíritus que os rodean; ved cuán felicesson y si no sería más agradable para vosotros gozar dela misma felicidad.Diréis que eso os es imposible, pero nada hayimposible para el que quiere, porque Dios os dio, comoa todas sus criaturas, la libertad de elegir entre el bieny el mal, es decir, entre la felicidad y la infelicidad; nadieestá condenado al mal. Si tenéis la voluntad de hacerlo,podéis tener la de hacer el bien y de ser felices.Volved vuestras miradas hacia Dios, elevaos unsolo instante hasta Él con el pensamiento y un rayo desu divina luz vendrá a esclareceros. Decid con nosotrosestas simples palabras: ¡Oh Dios, me arrepiento,perdonadme! Probad el arrepentimiento y haced elbien, en vez de hacer el mal y veréis que pronto sumisericordia se extenderá sobre vosotros y que unbienestar desconocido vendrá a reemplazar lasangustias que sentís.Una vez que hayáis dado un paso en el buencamino, el resto del recorrido os parecerá fácil. Entoncescomprenderéis cuanto tiempo perdisteis, por vuestrafalta de felicidad; pero un futuro radiante y lleno deesperanza se abrirá ante vos y os hará olvidar vuestromiserable pasado, lleno de turbación y de tormentosmorales que serían para vos el infierno si debiesen durareternamente. Vendrá día en que esos tormentos serántales que quisierais a cualquier precio hacerlos cesar;pero cuanto más esperareis, más difícil os será eso.No creáis que permaneceréis siempre en elestado en que estáis; no, eso es imposible; tenéis antevos dos perspectivas: una es la de sufrir mucho más delo que sufrís ahora, la otra de ser feliz como los buenosEspíritus que están a vuestro alrededor; la primera esinevitable si persistís en vuestra obstinación y unsimple esfuerzo de vuestra voluntad basta para sacarosde la mala situación en que estáis. Apresuraos, pues,porque cada día de atraso es un día perdido paravuestra felicidad.Buenos Espíritus, haced que estas palabrasencuentren acceso en esa alma aún atrasada, a fin deque la ayuden a acercarse a Dios. Así os lo suplicamosen nombre de Jesucristo, que tan gran poder tienesobre los Espíritus malos. |
Para los obsesos II | (Para el obseso). DiosTodopoderoso, dignaos darme el poder para liberar aN... del Espíritu que le obsesa; si entra en vuestrosdesignios poner término a esta prueba, concededme lagracia de hablarle con autoridad.Buenos Espíritus que me asistís, y vos, su ángelde la guarda, prestadme vuestro auxilio y ayudadme adesembarazarle del fluido impuro que le envuelve.En nombre de Dios Todopoderoso, conjuro alEspíritu malhechor que le atormenta a que se retire. |
Para los obsesos I | (Para ser pronunciada por elobseso). Dios de justicia, permitid a los buenosEspíritus que me libren del Espíritu malhechor que seha unido a mí. Si es una venganza que ejerce porinjusticias que le habré hecho en otro tiempo, vos lopermitís, Dios de bondad, para mi castigo y sufro laconsecuencia de mi falta. ¡Qué mi arrepentimientomerezca vuestro perdón y mi liberación! Perocualquiera que sea el motivo que tenga, solicitovuestra misericordia para él. Dignaos facilitarle elcamino del progreso, que le desviará del pensamientode hacer el mal. Que por mi parte, volviéndole bienpor mal, pueda conducirle a mejores sentimientos.Mas yo sé también, ¡oh Dios mío!, que misimperfecciones son las que me hacen accesible a lasinfluencias de los Espíritus imperfectos. Dadme la luz en mí el orgullo que me ciega para que no vea misdefectos.¡Cuán grande debe ser mi indignidad, puestoque un ser malhechor puede enseñorearse de mí!Haced, ¡oh Dios!, que este revés para mi vanidadme sirva de lección para el futuro; que él me fortalezcaen la resolución que tomo de purificarme por la prácticadel bien, de la caridad y de la humildad, con el fin deoponer de hoy en adelante una barrera a las malasinfluencias.Señor, dadme fuerza para soportar esta pruebacon paciencia y resignación; comprendo que, comotodas las otras pruebas, debe ella ayudar a miadelantamiento si no pierdo su utilidad con mimurmuración, puesto que me proporciona la ocasiónde manifestar mi sumisión y de ejercer la caridad haciaun hermano infeliz, perdonándole el mal que me hizo. |
Para los obsesos III | (Para el Espíritu obsesor) Diosinfinitamente bueno, imploro vuestra misericordia parael Espíritu que obsesa a N... hacedle entrever las divinasclaridades, a fin de que él vea el falso camino en queestá empeñado. Buenos Espíritus, ayudadme a hacerlecomprender que tiene todo para perder haciendo el maly todo para ganar haciendo el bien.Espíritu que os complacéis en atormentar a N...,escuchadme porque os hablo en nombre de Dios.Si quisiereis reflexionar, comprenderéis que elmal no puede imponerse al bien, y que no podéis sermás fuerte que Dios y los buenos Espíritus.Ellos podrían haber preservado a N... de todapersecución por vuestra parte; si no lo han hecho esporque él (o ella) debía sufrir esta prueba. Pero cuandoesta prueba se concluya, os quitarán toda acción sobreél; el mal que le habéis hecho, en lugar de perjudicarle,servirá para su adelantamiento y con ello será más feliz;así vuestra maldad habrá sido una pura pérdida paravos y revertirá sobre vos mismo.Dios, que es todopoderoso y los Espíritussuperiores sus delegados, que son más poderosos quevos, podrán, pues, poner término a esta obsesióncuando quieran y vuestra tenacidad se estrellará contraesa suprema autoridad. Mas, por el hecho mismo deque Dios es bueno, quiere dejaros el mérito de queceséis por vuestra propia voluntad. Es una moratoriaque se os concede; si no os aprovecháis de ella sufriréissus deplorables consecuencias; grandes castigos ycrueles sufrimientos os esperan; os veréis forzado aimplorar su piedad y las oraciones de vuestra víctima,que ya os perdona y ora por vos, lo que es un granmérito a los ojos de Dios y apresurará su liberación.Reflexionad, pues, mientras hay tiempo aún,porque la Justicia de Dios caerá sobre vos, como sobretodos los Espíritus rebeldes. Pensad que el mal quehacéis en este momento tendrá forzosamente untérmino, mientras que si os obstináis en vuestroendurecimiento, vuestro sufrimientos aumentarán sincesar.Cuándo estabais en la Tierra, ¿no os hubieraparecido estúpido el sacrificar un gran bien por unapequeña satisfacción del momento? Lo mismo sucedeahora que sois Espíritu. ¿Qué ganáis con lo que hacéis?El triste placer de atormentar a alguno, lo que no osimpide ser infeliz y cualquier cosa que podáis decir, oshará más infeliz aún. Al lado de eso, ved lo que perdéis; mirad a losbuenos Espíritus que os rodean y ved si su suerte noes preferible a la vuestra. Participaréis de la felicidadque ellos gozan cuando lo queráis. ¿Qué es necesariopara eso? Implorar a Dios y hacer el bien, en lugar dehacer el mal. Yo sé que no podéis transformaros derepente; pero Dios no pide nada imposible; lo quequiere es la buena voluntad. Probadlo, pues, y osayudaremos. Haced que muy pronto podamos decirpor vos la oración de los Espíritus arrepentidos , y no tengamos que colocaros más entre losEspíritus malos, hasta que podáis estar entre losbuenos. |
Nombre | Oración |
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Para los que nos quieren mal | ¡Oh Dios!, yo perdono a N... elmal que me hizo y el que me quiso hacer, como deseoque me perdonéis y que él también me perdone lasinjusticias que yo pueda haber cometido. Si locolocasteis en mi camino como una prueba, que secumpla vuestra voluntad.Desviad de mí, ¡Oh Dios!, la idea de maldecirley todo deseo malévolo contra él. Haced que yo noexperimente ninguna alegría por las desgracias quepueda tener, ni pena por los bienes que puedanconcedérsele, con el fin de no manchar mi alma conpensamientos indignos de un cristiano.Señor, que vuestra voluntad al extenderse sobreél, pueda conducirlo a los mejores sentimientos conrespecto a mí.Buenos Espíritus, inspiradme el olvido del maly el recuerdo del bien. Que ni el odio, ni el rencor, ni eldeseo de volverle mal por mal, entren en mi corazón,porque el odio y la venganza sólo pertenecen a losEspíritus malos, encarnados y desencarnados. Por elcontrario, que esté pronto a tenderle fraternalmente lamano, a volverle bien por mal y a socorrerle si me esposible.Deseo, para probar la sinceridad de mispalabras, que se me ofrezca la ocasión de serle útil;pero sobre todo, ¡Oh Dios!, preservadme de hacerlopor orgullo u ostentación confundiéndole con unagenerosidad humillante, lo que me haría perder el frutode mi acción, porque entonces merecería que se meaplicasen aquellas palabras de Cristo: Ya recibisteisvuestra recompensa. |
Acción de gracias por el bien concedido a nuestros enemigos | ¡Oh Dios, en vuestra justicia,entendiste un deber alegrar el corazón de N... Yo os loagradezco por él, a pesar del mal que me hizo o queprocura hacerme. Si se aprovechase de ello parahumillarme, lo aceptaré como una prueba para mí,ejerciendo la caridad.Buenos Espíritus que me protegéis no permitáisque conciba por ello ningún pesar; desviad de mí laenvidia y los celos que degradan; inspiradme por elcontrario, la generosidad que eleva. La humillación estáen el mal y no en el bien y sabemos que tarde o tempranose hará a cada uno justicia según sus obras. |
Para un enemigo muerto | Señor, os habéis dignado llamarantes que a mí el alma de N... Yo le perdono el mal queme hizo y sus malas intenciones hacia mí; que pueda élarrepentirse de eso, ahora que ya no tiene las ilusionesde este mundo.Que vuestra misericordia, Dios mío, se extiendasobre él y alejad de mí el pensamiento de alegrarme consu muerte. Si procedí mal con él, que me perdone, comoyo olvido a los que procedieron así conmigo. |
Nombre | Canto |
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Patriarca Gitano | Siento una voz que me llamade lo profundo del montey es la voz de un gitanoque viene a elaborar.y yo llamo a mi madre y no viene,y yo llamo a mi padre y tampoco,yo llamo a mi seres guías,que vengan poquito a poco.Papa Juan te estoy llamando, hay DiosPapa Juan en nombre de DiosPapa Juan, Patriarca GitanoPatriarca Gitano de los altos montes |
En coronación bajan los seres | Oh venid, protector, oh venid.Sed el Guía de esta misión.Oh, venid protector a esta tierra,a esta linda coronación.En coronación, en coronaciónbajan los seresEn coronación, en coronaciónbajan los seres.Tú dejaste la tierra, mi hermano,ahora vienes a hacer caridadle pido al Padre misericordiapara que vengas buscando la paz.En coronación, en coronaciónbajan los seres.En coronación, en coronaciónbajan los seresQue distantes se ven estos seres,y, sin embargo, los tenemos presentesellos vienen de lo infinitoregando flores en un santiamén.En coronación, en coronaciónbajan los seres.En coronación, en coronaciónbajan los seres.San Hilario, potencia divina, San Hilario.Dónde estos congos?San Hilario, potencia divina, San Hilario.Dónde están estos muertos?San Hilario, potencia divina, San Hilario.Yo los llamo y no vienen.San Hilario, potencia divina, San Hilario.Comisión africana.San Hilario, potencia divina, San Hilario.Dónde están las gitanas?San Hilario, potencia divina, San Hilario.Dónde están estos indios?San Hilario, potencia divina, San Hilario.En el nombre del Padre.San Hilario, potencia divina, San Hilario.Trabaja Media UnidadSanta María en la Luna,Santa Isabel en el Sol.Y alrededor de nosotrosno quiero perturbación.Santa María en la Luna,Santa Isabel en el Sol.Y alrededor de nosotrosno quiero perturbación.Yo llamo un ser y no viene,lo llamo en nombre de Dios.Yo llamo a las siete potencias,no quiero perturbación.Santa María en la LunaSanta Isabel en el SolY alrededor de nosotrosno quiero perturbaciónSan María Madre,Santa Teresa de Jesúspor ahí viene un Misioneroy viene buscando luz.Santa María MadreSanta Teresa de Jesús,por ahí viene un Misioneroy viene buscando luz.Ay, trabajar, ay trabajar,oye, laborar media unidad;laborando se recibefe, esperanza y caridad.Trabajar, trabajar,trabajar media unidadlaborando se recibefe, esperanza y caridadPero trabajar, ay trabajar,oye, trabaja así media unidad;que con los muertos recibimosfe, esperanza y caridad.Trabajar, trabajar,trabajar media unidad;(espiritistas a laborar)laborando se recibefe, esperanza y caridad.Que laborando se recibefe, esperanza y caridad.Con los muertos recibimosfe, esperanza y caridad.Oye, trabajar, ay trabajar,oye, trabaja así media unidad;laborando se recibefe, esperanza y caridad, tú ves.Trabajar, trabajar,trabajar media unidadlaborando se recibe fe, esperanza y caridad. |
Canción a Mama Francisca | Siento una voz que me llamade lo profundo del mar,es la voz de una africanaque nos llama a laborar.Siento una voz que me llamade lo profundo del mar,es la voz de una africanaque nos llama a laborar. Ay, yo llamo a Mama y no viene,llamo a Papá y tampocoy yo ando buscando a un serque venga poquito a poco.Siento una voz que me llamade lo profundo del mar,es la voz de una africanaque nos llama a laborar.Mama Francisca, te estoy llamando, ay DiosMama Francisca no me respondeReina africana te estoy llamando, ay Dioste estoy llamando yo a laborarMama Francisca, te estoy llamando,Mama Francisca no me respondeMama Francisca, te estoy llamando,te estoy llamando a laborar.Ay, corre el agua, corre el agua, corre el agua Yemayá.corre el agua, corre el agua, ay con corriente espiritual.Corre el agua, corre el agua, corre el agua Yemayá.corre el agua, corre el agua, con corriente espiritual.Es que corre el agua, ay corre el agua, ay corre el agua Yemayá.corre el agua, corre el agua, con tu corriente espiritual. Mi Dios.Corre el agua, corre el agua, corre el agua Yemayá.corre el agua, corre el agua, con corriente espiritual.Que corre el agua, ay corre el agua, ay yomi yomi mi Yemayá.corre el agua, corre el agua, con tu corriente espiritual. Mi Dios.Corre el agua, corre el agua, corre el agua Yemayá.corre el agua, corre el agua, ay con corriente espiritual.A remar, a remar, a remar. A remar.A remar, a remar, a remar. A remar.A remar, a remar, todo el mundo a remarque la virgen nos va a acompañar.A remar, a remar, a remar. A remar.A remar, a remar, todo el mundo a remarque la virgen nos va a acompañarA remar, a remar, a remar. A remar.A remar, a remar, todo el mundo a remarque la virgen nos va a acompañar.Rema mi Yemayá. |
Canción al Congo | de Guinea soySoyBuenas noches criolloBuenas noches criolloYo dejo mi huesa alláYo vengo hacer caridadYo dejo mi huesa alláYo vengo hacer caridadCongo congito congo de verdadTú vas a la tierra hacer caridadCongo congito congo de verdadTú vas a la tierra hacer caridad dejo mi huesa alláYo vengo hacer caridadYo dejo mi huesa allaYo vengo hacer caridadPa que tú me llamasPa que tú me llamasSi tú no me conocesPa que tú me llamasPa que tú me llamasSi tú no me conocesPa que tú me llamasPa que tú me llamasPa que tú me llamas no me conocesYo soy un negro congoPa que tú me llamasPa que tú me llamasPa que tú me llamasSi tú no me conocesYo vengo piango, piangoPa que tú me llamasPa que tú me llamasPa que tú me llamasSi tú no me conocesYo vengo de los montesPa que tú me llamasPa que tú me llamasPa que tú me llamas no me conocesYo soy un negro congoPa que tú me llamasPa que tú me llamasPa que tú me llamasSi tú no me conocesYo vengo piango, piangoPa que tú me llamasPa que tú me llamasPa que tú me llamasSi tú no me conocesYo vengo de los montesPa que tú me llamasPa que tú me llamasPa que tú me llamas Si tú no me conocesYo vengo derechitoPa que tú me llamasPa que tú me llamasPa que tú me llamasSi tú no me conocesYo vengo a elaborarPa que tú me llamasPa que tú me llamasPa que tú me llamas |
Oreen | Oreen, oreen, oreen, oreen,Oreen hermanos míos oreen,Oreen para ese ser.Si la luz redentora te llama, buen sery, te llama con amor a la tierrayo quisiera ver ese ser cantandoal Verbo Divino Manuel.Oye buen ser, avanza y venque el coro te llamay te dice ven.Oh buen ser avanza y venque el coro te llamay te dice ven. |
Para San Lázaro | Siete días, con siete noches,por el mundo caminando,y no encuentro una limosna, para mi viejo Babalu AyeTanto como yo camino,tanto como yo trabajo,y no encuentro una limosna,para mi viejo Babalu AyeBabalu Aye, Babalu Aye, Babalu ayeDadme diecisiete céntimosPara Babalu ayeeeeeee |
Al cerrar la misa | Se van los seres,se van los seres,se van los seres,a otra nación.Gracias le damos,gracias le damos,gracias le damos,al Divino SeñorGracias, gracias,gracias le damos,al Divino Señor.Con Dios empezamos y con Dios continuamos |
Santa Clara | Santa Clara aclaradora,aclara ese humilde ser,que viene de los infinito,buscando caridad.Si a tu puerta llegaun ser pidiendo caridad,no se la niegues hermano,que Dios te la pagara. Si a tu puerta llegaun ser pidiendo caridad,no se la niegues hermano,que Dios te la pagara. |
Ave Maria | Del cielo ha bajado,la madre de Dios,cantemos el Ave Mariacon amor, ave, ave, Ave maria.ave, ave, ave Maria. Del cielo ha bajado,la madre de Dios,cantemos el Ave Mariacon amor, ave, ave, Ave maria.ave, ave, ave Maria |
San Salvador | Bendícelo San Salvador,San Salvador bendícelo,bendícelo en nombre de Dios.Hay bendícelo San Salvador,San Salvador bendíceloEn nombre de Dios |
El santísimo | Sea el santísimoCoro: SeaSea el santísimoCoro:SeaMadre mía de la Caridad,ayúdanos, ampáranos en el nombre de Dios,Ay dios ¡Sea el santísimoCoro: SeaSea el santísimoCoro: Sea madre mía de la Caridad,ayúdanos, ampáranos en el nombre de Dios, ay dios ¡Ave María Del cielo ha bajado la madre de Dios, cantemos un ave a su procesiónCoro: Ave, ave, ave MaríaAve, ave, ave MaríaOh¡ María madre mía o consuelo celestialAmpáranos y guiarnos a la patria celestialCoro: Ave, ave, ave MaríaAve, ave, ave MaríaViva María, viva José viva esta obra espiritualEs María concebida cual pecado originalCoro: Ave, ave, ave MaríaAve, ave, ave MaríaSi en cielo tres estrellas iluminan la verdadEs la fe, la esperanza y la hermana CaridadCoro: Ave, ave, ave María |
Nino de Antorcha | Acompáñame Nino de AntorchaVen a mi deidad prodigiosaAbre tú y cierra el caminoMi destino depende de tiBendito sea tu mano divina ,ay Dios, bendito es tu corazónSanto padre si tú me ayudasOrare,orare para tiAcrisolada de amor y virtudesSerá mi vida si tú vienes a míResplandeciente mi ser viviráTodo el hechizo y lo malo se iraYo orare, orare, nino de antorcha orare para tiCoro: Yo orare, orare, nino de antorcha orare para tiYo orare orare si me ayudas orare para tiCoro: Yo orare, orare nino de antorcha orare para tiPorque soy tan chiquito, todos me dan con los piesDeja que yo sea grande y me sepa defender. |