Cierta vez se le apareció en el cielo a Olofin, el hombre que
tenía en su poder el saber y le dijo: mire, padre mío, he
traído para acá el saber y no he dejado nada en la tierra.
Olofin le respondió: yo mande el saber para la tierra para
el bien de todos y ahora Ud. viene con esto. Bueno, regresa
a la tierra nuevamente y has buen uso de ese poder.
El hombre regreso a la tierra muy decepcionado, porque el
creía que había hecho una cosa muy grande. Una vez que llego a la tierra, repartió el poder entre todos los hombres.
Nota: Aquí es donde la muerte tiene su trono y su corona. Aquí es donde la muerte es su soberano.