Cuando Orunmila lloraba por tener mujer, se vio este Ifá que
le dijo: has ebbo con adie meyi dun dun, akuko, una cesta de
maníes crudos, para que tengas mujer en el curso de este
año. El hizo ebbo, le dio el akuko a Elegba y adie meyi a su
Ifá y sembró los maníes.

Cuando la siembra de maníes estaba a punto de recogerse,
Orunmila noto que le estaban robando los maníes de su siembra,
pues la tierra estaba removida. Pensando que eran las
ardillas que escarbaban el sembrado, se puso a vigilarlo.
Un día Orunmila sorprendió a dos mujeres jóvenes que llegaban
al sembrado y se ponían a escarbarlo para robarle los
maníes. Orunmila sigilosamente llego ante ellas y las sorprendió.
Ellas comenzaron a rogarle que las perdonara y que
no las tomara como ladronas, pues nunca antes habían hecho
tal cosa. Orunmila les respondió: "está bien, las voy a
perdonar, pero no vuelvan a robar maní porque lo he sembrado
por mandato de Olofin e Ifá, para poder encontrar una mujer
con quien casarme".

Las dos mujeres quedaron sorprendidas al oír lo que Orunmila
les decía, y le dijeron: "si en verdad usted nos perdona,
preferimos unirnos a usted, antes que ser tomadas como
ladronas".

Como esas mujeres, aunque doncellas, eran mayores de edad,
Orunmila las tomo a las dos por esposas.
Nota: hay doncellas juntas y hay que darle ikofa.