En este camino awo sarako le cantaba a Elegba sus cosas al
igual que a Orunmila y todas sus cosas le salían bien. El
tenía un amigo que se llamaba awo basero que siempre le
aconsejaba ir a casa de ibara kolade, el cual era brujo.
Awo sarako nunca le hacía caso. Al ver que su amigo se
mantenía firme, awo basero fue a casa del brujo diciéndole a
este que tenía que robarse el asiento donde se sentaba awo
Sarako. Un día awo basero salio para la casa de awo sarako,
lo vio y dejo que pasara sin llamarlo; inmediatamente salió
corriendo para la casa de este y le robo la silla.
Elegba que venía por el camino vio a awo basero que tenía la
Silla de sarako y comprendiendo lo sucedido empezó a cantar
Y bailar: Molongo molongo iku molongo iku.

Y la casa del brujo cogió candela, ibara kolade salio corriendo
y en eso venia Obatalá de orisha, y llego sarako y
le pregunta a Obatalá que paso, entonces vio a Elegba que
venía con su silla.

Elegba le quito el luere a Obatalá y sacudió al brujo y este
volvió en sí, Obatalá le dijo: cuando vea a uno de mis hijos
muy apurado me llamas que yo te sacare del aprieto que
puedan tener tú y awo sarako. Desde hoy tienes un pacto y
tienes que respetarlo y además tienen que vivir juntos para
que las cosas salgan bien.

Nota: akuko fun fun a eshu y el asiento, adie y dos eyele se
Le dan a la leri y al asiento.