El hijo de Olofin estaba muy triste porque su padre estaba enfermo de gravedad y no había modo de curarlo y Elegba al verlo como estaba le pregunto: que te sucede que estas tan triste. Él le contestó: es por mi padre que está muy grave y los médicos dicen que no tiene cura. Elegba le pregunto: y ¿Usted que me da si yo le curo a su padre? Lo que usted quiera le contesto el muchacho. Elegba le dijo: pues bien vaya a la orilla de la playa, allí encontrara a una mujer gruesa sentada sobre un pilón, debajo del pilón está el secreto con lo que su padre se curara, pero antes tienes que luchar con la mujer y tumbarla del pilón para poder obtener el secreto. El hijo de Olofin fue a la playa, lucho con la mujer obesa, la venció, cogió el secreto, se lo llevo a su padre y este se curó. Al tercer día salió el hijo de Olofin buscando a Elegba para darle las gracias y lo que él quisiera pedirle. Cuando se encontró con Elegba, este le dijo: yo solo quiero que Olofin me conceda estar siempre detrás del shilekun del Ile, de forma tal que todo el que entre y salga me salude a mi primero. El hijo de Olofin hablo con su padre y este le concedió a Elegba lo que le pidió.