Ewe ikoko era mujer de Órúnmilà, pero tanto le falto y lo
ofendió que un día él se separó de ella y le echo shepe.
Ewe ikoko busco a tantas personas para que intermediaran por
Ella, que Órúnmilà se resignó a perdonarla, pero con la
Condición de no vivir más con ella y únicamente le concedía
La gracia de que todos los eboses irían desde entonces
Vestidos con su ropa (la hoja de malanga), para que así
Fueran bien recibidos. Esta es la razón por la cual todos los eboses se envuelven
En hoja de malanga.