Habia un hombre que en el pueblo donde vivia no lo considerabanpor estimersele de poco valor por su paciencia y humildad.Un dia este hombre ingreso en una sociedad o agrupacion y alli tuvoque compartir con individuos distintos a el, de disimiles temperamentosy muchas veces tuvo que soportar indirectas de que era objeto,pero llego un dia en que perdio un poco la paciencia y estuvo alborde de la tragedia, la cual pudo ser de graves consecuencias, peroAlgo lo salvo de la misma con otro miembro de la agrupacion.A causa de esto el hombre vivia acomplejado y pensativo. Asi fuepasando el tiempo, hasta que un dia, caminando distraido por lacalle, y pensando en los distintos problemas que lo agobiaban, seencontro con un anciano que le dio tres consejos; ademas elanciano lo alento y le entrego una pieza de resguardo para que siemprela llevara consigo, y le dijo: siempre que te encuentres desorientado oen apuros tocaras esta pieza que te entrego y llamame, que aunqueusted no me vea, yo estare a su lado y lo sacare victorioso del miedo.Cosa que fue asi en realidad. Según fue pasando el tiempo, la mismaagrupacion o sociedad, lo fue estimando y queriendo, al comprenderlos demas miembros, que esta persona era umn hombre de bien, leal yHonesto. Y con el tiempo, llego el momento en que siempre tuvieronque contar con el para resolver sabiamente los problemas de dichaagrupacion.
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