El primero que hablo en el mundo fue el palomo, a quien olofin le
otorgo esa virtud. Olofin para probarlo, le concedio la paloma,
para que esta tratara de inducirlo a los propositos de ella.
Y tan grande fue la insistencia de ella, que el palomo acepto a
sus intimidades. Olofin enterado lo maldijo diciendole: mientras
el mundo sea mundo, solo diras kukuru kukuru.