Acontecio una vez que elegba salio a recorrer el mundo y
llego a un pueblo donde la gente estaba pereciendo motivo
del hambre, las enfermedades, las escaceces y las calamidades,
la gente al verlo le preguntaron, quien es usted?,
Y el les dijo: yo soy el hijo del destino. Entonces le
dijeron: mire como estamos enfermos y si no nos curamos ni
la tierra produce, las plantas no paren, los rios no
corren y estamos muriendo.
Elegba les contesto: bueno, yo ire a hablar con olofin;
elegba asi lo hizo y le conto la situacion de este pueblo. Entonces olofin lo mando con obatala quien era el encargado
de gobernar los pueblos de olofin.
Entonces obatala le dijo a elegba: bueno, vamos alla; pero
para llegar al pueblo ese habia que subir una gran loma.
Cuando estuvieron en la cima elegba le dijo a obatala:
mire baba, ahi esta el pueblo, fijese como tropiezan el
uno con el otro por lo mal que estan. Entonces obatala le
dio la espalda al pueblo y dijo: okana sa kobilari awa
tete.
Dichas estas palabras tres veces empezo a llover fuertemente
y se vio revivir de todo, los rios comenzaron a
correr, las plantas a parir, las enfermedades a desaparecer
y la tierra a producir; entonces las cosas cobraron
vida y alla en el pueblo reinaba la alegria y mirando para
la loma la gente del pueblo decia: gracias elegba, gracias
elegba.