En este camino habia un hombre sumamente pobre llamado tetelono que
ni siquiera tenia mujer, se alimentaba de ratones del campo y su capa y
pantalon estaban confeccionados con piel de raton. Un dia que
salio de su depauperada choza a cazar ratones al monte se encontro un
Eñi adie y se dijo: yo comere este eñi adie cuando el viento sople
de aquel lado y lo guardo en su casa. El hombre continuo la busqueda
de ratones y cuando regreso a su choza puso el huevo en un lugar seguro
para cuando el viento soplara de la direccion que el habia
señalado, comerselo.
Al dia siguiente salio para el monte como de costumbre, a acazar
ratones y al regresar por la tarde se encontro un pedazo de pan recien
cocinado y con oti recien preparado y asi le ocurrio varios dias
seguidos y se preguntaba muy asombrado: si no tengo mujer quien que no
sea mi mujer va ha cocer el pan y a preparar oti .
Un dia una linda mujer salio del huevo y le dijo a tetelono:
incluso cuando este borracho de oti no me llames nunca omo de eñi adie.
Desde aquel instante aquella joven fue la mujer de tetelono.
Un dia la joven le pregunto: tetelono, te gustaria tener personas bajo
tu mando , el le contesto afirmativamente. La mujer salio de la choza y
comenzo a golpear con un palo el sitio donde se echaban las cenizas. Al
dia siguiente cuando tetelono desperto oyo un gran vocerio como de
Muchas gentes; se habia tranformado en jefe, vestia con piel de
chacales, la choza se habia transformado en una gran mansion y
alrededor de la misma habia una gran aldea llena de personas que
acudian a el muy solicitas y de todas partes le gritaban; salud jefe,
salud jefe. Tetelono era el jefe de aquella inmensa aldea.
Tetelono comenzo a enorgullecerse, ya despreciaba sus antiguas
ropas, confeccionadas con piel de ratones y las mando a quemar, pues se
vestia unicamente con ropas confeccionadas con pieles de chacal; por
las noches se tapaba con buenas frazadas.
Un dia tetelono se emborracho con oti hasta el punto de no poder moverse
y comenzo a gritarle a su mujer: hija de huevo de gallina, si, yo te
llamo asi, eres una hija de huevo de gallina. Por la noche tetelono se
acosto muy bien abrigado con las pieles de chacal y se
durmio profundamente. A media noche se desperto porque sentia frio y
palpando advirtio que estaba acostado en el duro suelo, se cubria con
sus antiguos pellejos de raton, que apenas le llegaban a las rodillas.
Noto que su mujer no estaba a su lado y que se encontraba dentro de su
antigua choza. Se levanto muy asustado y comprobo que la aldea ya no
existia, entonces se acordo de todo y entristecido exclamo: ay, que
va a ser de mi , por que le he gritado hija de huevo de gallina, por
que no he sabido guardar ese secreto?.
Tetelono volvio a ser un hombre totalmente pobre, sin mujer y sin
hijos, envejecio y murio teniendo por unico alimento la carne de
ratones y por ropas los pellejos secos de dichos animales.