En este camino en el reino de koso un rey llamado emiru quien tenia
fama en todas las tierras yorubas asi como poder y owo (dinero).
Shango para probar a este rey se transformo en un niñito y fue a ver al
oba quien se encontraba sentado en el trono. Cedeme el reino le dijo
shango pues yo soy el rey de todos los creados.
Emiru llamo a todos en el pueblo y le dijo: este niñito me pide que lo
deje en el trono pero aqui nadie lo conoce; el rey le dijo entonces a
sus hombres que lo mataran y lo tiraran al rio. Cuando estos
volvieron de cumplir su mision el mokekere estaba de nuevo sentado en
el trono; los hombres entonces lo mataron de nuevo pero el niño
regreso. El rey entonces dijo: si yo lo hago matar por las mujeres, puede
ser que no regrese mas. El niño que entendio lo que el rey habia dicho,
se puso a saltar y a hacer milagros, las obini lo perseguian, el ve un
hueco grande y lo salta, se sube a una mata de ceiba, salta sobre los
arboles y de pronto aparece muerto colgado de una soga atado a un
gajo de ceiba.
Las obini cuando regresan al palacio le cuentan al rey que el mokekere
estaba callado y colgado; el milagro no pudo ser asi dijo el rey. Acto
seguido se hizo osode, saliendo osalo fobeyo, donde ifa le marco ebbo
(el de arriba) y que lo llevara al pie de aragba donde estaba colgado el
mokekere. El rey le dijo a un subdito que cavara una fosa debajo
del cuerpo del niño colgado y que despues cortara la soga.
Asi lo hicieron y cuando el niño cayo lo hizo sano y salvo. Todo el
mundo huyo menos emiru que le dijo a shango, yo se que tu eres de
obakoso, ve y ocupa mi trono a lo que shango le contesto: tu seras de
ahora en adelante oba kaloba el rey que cubre y guarda el secreto de
shango.