Habia una vez una mata de coco que estaba frondosa y cargada de
cocos, y por ello, estaba muy satisfecha y orgullosa, y pensaba que
era la madre mas feliz que existia en la tierra, pues tantos
hijos que aparentemente gozaban de buena salud, y por eso no hacia
Ebbo porque entendia que no lo necesitaba, pues gozaba ella y sus
hijos, repito, de una perfecta salud.
Ademas, tenia muchos hijos que en caso de necesidad la respaldarian,
pues atenido a ello, no se le podia hablar, ni siquiera de religion y
mucho menos de ebbo.
Y cuando le hablaban de ello, por cualquier circunstancia, se enfadaba y
ponia de mal humor. Pero sucedio que cuando mas contenta estaba,
deleitandose con el aire que la naturaleza le brindaba, se le caia
un hijo, o sea, un coco, y ella continuaba con el capricho de no hacer
ebbo.
Un dia paso san lazaro por su lado y la saludo, y ella no le contesto,
y mas alante san lazaro se encontro con eshu y le conto lo sucedido
con la mal geniosa mata de cocos; y este le dijo, es que ella se
siente feliz y satisfecha y por eso ni se mueve. San lazaro le dijo:
Si no cocoro llobi, llobi, llobi, llobi cocoro
Y estas palabras pronunciadas por san lazaro como adagio, quiere decir:
“el gusano que esta dentro del coco, el coco solo lo sabe”.
Poco a poco se fueron cayendo los cocos, uno a uno, y los gusanos
se comieron las raices y la mata de coco tambien se cayo.
Y todos los cocos y la mata desaparecieron, victimas de una enfermedad
invisible, algo asi como el cancer u otras enfermedades analogas.