En este camino, Obatalá (ona suare), estaba buscando a su hijo del cual llevaba 16 años sin saber. Él iba recorriendo la tierra, acompañado de cinco alacranes y llego a un palacio donde había una mujer sentada dándole el pecho a un omokekere y al ver a susre con los akeke (alacranes) encima de sí mismo, se asustó y le tiro la puerta en la cara, pero no pudo evitar que uno de los akeke picara al bebe dejándolo paralizado. Ella empezó a gritar horrorizada por lo que Obatalá apiadándose de ella y con su poder devolvió la vida al bebito, viendo entonces que este tenía la insignia real de ado fun fun con ikodie, que era la de su omo desaparecido. Entonces Obatalá ona suare le pregunto a aquella mujer por el padre del niño y esta le dijo que era un hombre raro, que era adivino y que se llamaba Ogbe Wale y que vivía con mucho sufrimiento, porque pensaba unas cosas de sus hijos y le salían otras muy distintas. Obatalá fue a ver a Ogbe Wale y cuando llego vio que era su propio hijo desaparecido y disimulando no conocerlo le pidió que le hiciera osode, y al ver este Ifá, el adivino le dijo: señor Ud. tiene un gran sufrimiento en su vida por causa de sus hijos. Obatalá le contesto: lo mismo que tu, que te llamas igual que este Ifá y no conoces a tu padre. y diciendo esto se ciño su ade fun fun con ikordie y entonces Ogbe Wale reconoció a su padre y oba ala le dijo: hijo mío para ser feliz tienes que darte cuenta que la mano tiene cinco dedos y ninguno son iguales, pues tienen nombre, forma y atributos diferentes y viven juntos en la mano; mientras no te aprendas esto vivirás sufriendo. Ogbe Wale al escuchar estas palabras le dio la razón a su padre y marco rogación (la de arriba). Y desde entonces Ogbe Wale dejo de sufrir por sus hijos. nota: los nombres de los cinco dedos de la mano son los siguientes: atampako (el pulgar), ifa bela (el indice) oba orun (el del medio), asho mongbe (el anular) y omo dinrin (el meñique).