Shango era el dueño del tablero y elegba y ozain sus sirvientes,
pero el queria estar nada mas que en sus fiestas y esto le
ocupaba mucho tiempo, como era de suponer. Elegba y ozain esperaban
ser sus sucesores, pero shango que los conocia, sabia que ninguno de
los dos reunia condiciones para ello por lo tanto se dio a la tarea
de buscar el hombre indicado.
Shango hizo venir a orunmila y le entrego el tablero y lo enseño a
trabajar con el, pero le dijo: que si encontraba alguna dificultad que
le encendiera odrupa y erilogun, que esta seria la señal para el venir
a ayudarle.
Elegba estaba disgustado por no haber sido elegido y hacia las cosas a
regañadientes y muchas cosas no las hacia, pero no hacia obras en
contra de este. Ozain tambien estaba disgustado por la misma razon y
no solo no obedecia a orunmila sino que se internaba en el monte a
trabajar con sus grandes conocimientos de hierbas y palos en contra de
orunmila.
Orunmila trabajaba duramente y no veia el resultado de las cosas pero
desconocia las razones. En esta situacion hizo la señal convenida con
shango y este que sabia lo que pasaba con ozain empezo a mandar rayos
contra el bosque donde se encontraba ozain. Los rayos y el fuego
provocados por este dieron lugar a que ozain perdiera un ojo y una
pierna, causandoles todas la imperfecciones que tiene.
Orunmila al ver eso sale y se encuentra a su criado ozain herido y sin
conocimiento y lo trae para su casa, le hace ebbo y lo cura. Ozain
comprende su error y jura eterna obediencia.
Elegba, asustado por lo de ozain hace de igual forma y desde
entonces orunmila tiene sus dos servidores y ve el resultado de las
cosas.