Habia un comerciante de baratijas que en poco tiempo propspero y
agrando su negocio, y enterada de esto una hermana del comerciante le
pidio que la dejara vivir en su casa en compañia de su esposo y como
quel hombre tenia buen corazon y nobles sentimientos acepto.
Poco tiempo despues a espaldas del comerciante, la hermana le hablo a
sus otros hermanos que eran 7 en total, para que fueran a vivir todos
juntos; y al enterarse de esto el comerciante volvio a aceptar.
Debido a tanta carga familiar, el buen hombre comenzo a pasar trabajos
porque su negocio no daba para mantenerlos a todos de una manera
desahogada y ante esta situacion decidio ir a verse con Orunla.
Este le hizo osode y le vio este Ifa y le dijo: usted esta muy atrasado
por hacer tantos favores, no se sacrifique tanto por sus familiares
y tratelos como a personas extrañas, porque ellos le van a pagar
mal. Y le marco rogacion para que se librara de tanta carga y no
fracasra.
El comerciante debido a su buen corazon se hizo el desentendido no
tomando ninguna determinacion acerca de sus hermanos y todos siguieron
viviendo a expensas de el.
Al cabo del tiempo todo lo que Orunla le habia pronosticado al
hombre, le sucedio, incluso la familia quiso sacarlo de la casa y
entonces volvio a ir donde Orunla porque ademas habia tenido ciertas
divergencias con el cuñado y a causa de tantos problemas estuvo al
borde de peder la memoria y estuvo tan mal que tuvo que cerrar el
negocio, pues ya no tenia cabeza para atenderlo. Orunla le hizo osode y
le volvio a salir este Ifa y le mando a hacer ebbo para su prosperidad.
Despues de haber hecho el ebbo y despedir a sus hermanos de su casa,
volvio a abrir el negocio, pero el mismo nunca volvio a estar como antes
de cerrarlo porque ahora tenia competidores.