Eji-koko Iwory hizo adivinacion para el sol, la luna y la oscuridad.
Su titulo en el cielo era kpau yakata. El hizo adivincion para el sol,
la luna y la oscuridad cuando ellos estaban viniendo hacia el mundo. En
yoruba se les llama ojo al sol, oshukpa a la luna y okuku a la oscuridad.
El le aconsejo a los tres hermanos que hicieran sacrificio de la
manera siguiente:
El sol debia hacer sacrificio con un monton de escobas, tela blanca,
gallo blanco y una gallina blanca.
La luna debia hacer sacrificio con tela roja, un gallo carmelita y una
gallina carmelita.
La oscuridad debia hacer sacrificio con tela negra, un gallo negro y
una gallina negra.
El les aconsejo que hicieran sacrificio de manera que la gente del
mundo pudiera honrarlos y respetarlos, pero mas especialmente para que
la gente no los pudiera mirar a la cara desdeñosamente. Lo mas
importante era que el sacri ficio estaba destinado a darle poder y
energia lo que los haria indispensables donde quiera que fueran. La luna
dijo que el era demasiado agrecido y popular como para preocu parse por
sacrificio alguno. La oscuridad dijo que ya el estaba dotado con los
rasgos adecuados para exigir respeto y miedo donde fuere. El tambien
reuso a hacer sacrificio alguno. El sol fue el unico que hizo
sacrificio. Sin embargo, ya anteriormente la luna habia hecho
sacrificio por amor que es la razon por la cual la gente se alegra
cuando ve la luna nueva.
Despues de haber hecho el sacrificio al sol se le dio el monton de
escobas con el cual hizo sacrificio para que lo tuviera siempre en su
mano con el consejo de que debia apuntar a la cara de cualquiera
que osara mirarlo de frente. Esos son los rayos del sol que le eslumbran
los ojos a cualquiera que trata de mirarlo directamente a la cara. Sin
em,bargo, el es admirado debido al que el calor que genera se utiliza
para una variedad de propositos en todo el sistema planetario.
A nadie le interesa mucho la oscuridad y a esta no se le utiliza para
ningun proposito tangible debido a que no hizo sacrificio. Por esta
misma razon, a la luna solo se le admira pero ni se le teme como al sol
ni se le utiliza con fines productivos.