Habia una vez un hombre que su situacion de vida era
pesima, entonces aquel hombre al ver que no prosperaba,
fue a ver a orumila con la esperanza que, este con su
sabiduria, le indicara lo que tenia que hacer para que su
suerte cambiara. Orunmila le dijo cuando lo miro que tenia
que hacer ebbo, pero que al mismo tiempo, el se tenia que
rogar la cabeza con eya tuto, pero que ese eya tuto, el lo
tenia que pescar y escamarlo al mismo tiempo.
El hombre se hizo el ebbo e inclusive, este le salto para
la orilla del rio. Al llegar al rio despues que hubo
depositado el ebbo, se dio a la tarea de ponerse a pescar. En aquel pueblo habia un rey que tenia una hija, la cual a
pesar de poseer todas las comodidades que su padre le
proporcionaba, ella vivia inconforme en cuanto a las
relaciones amorosas, pues ella no habia encontrado al
hombre capaz que pudiera conquistar su corazon.
A pesar que los hombres de la corte habian tratado de
llegar a ella, pero ella no los encontraba en la forma que
ella hubiera anhelado. Su padre el rey tambien vivia
contrariado al ver que su hija no se fijaba en nadie y el
queria que ella se casara. El padre la aconsejaba al
respecto pero ella cada vez que su padre le hablaba de
eso, ella le decia padre todavia no ha llegado la hora en
que yo me case, pues todavia no aparecido el hombre que me
va a ser feliz.
Un dia la hija del rey salio a dar un paseo por las inmediaciones
del reinado, dando la casualidad que ella en su
recorrido se habia acercado al rio, por la parte en que
aquel hombre habia estado pescando y que al pescar el pez
se puso a escamarlo a la orilla del rio, tal como orunmila
le habia indicado, pero resulta que ese hombre, al escamar
el pescado todas las escamas se le fueron pegando al
cuerpo y al darle el sol este brillaba con gran destello,
la hija del rey que vio en la distancia aquel hombre que
brillaba con la claridad del sol, le dijo a las muchachas
que la acompañaban, miren aquel hombre, ese es el que yo
estaba buscando para casarme, llevado a hechos sus deseos.
Secreto de este ifa.: Hay que rogar la cabeza con un
pargo, y con las escamas de este hay que darse un baño.