Habia un rey en una tierra muy pobre la cual no estaba bien cultivada y esta tierra era oggun y oshun. Aquel rey era awo de orunmila de la tierra yesa y su signo era oshe paure mobeyo. El tenia un hijo que era oshe paure igual que el y los subditos de esa tierra no tenian con que pagar los tributos a su rey, como en esas tierras abundaban las palmas, los subditos idearon el traerles el jugo a las mismas, depositandolos en tinajones, que procesaron como el unico tributo que pudieron darle como el rey no tenia entretenimiento alguno y sus subditos eran muy pobres, el hizo lo unico que podia hacer dedicarse a ofikale trupon con las doncellas y entregarse a la bebida de tal modo que se envicio, al extremo que cuando escaseaba la bebida exigia que se la consiguieran bajo pena de muerte, siendo entonces el tributo que exigia a sus subditos. Esto disgustaba enormemente a oshun y oggun que eran los que olofin habia mandando junto con oshe paure a su tierra. En las guerras, vivia en su castillo de piedras a la entrada de aquella tierra, y ellos llevaron al hijo de oshe paure a verse con orunmila, el cual le dijo: tu eres oshe mobeyo igual que tu padre, para que tu puedas reinar tienes que estudiar su vida y saber como vivir tu ifa en la tierra, ademas todo lo que tienes que hacerle a oshun junto con oggun para que estos a su vez junto con olofin te echen la bendicion y te protejan de tus enemigos y te den el poder y la riqueza de tu tierra. Oshe paure se arrodillo y orunmila le echo la bendicion y le dio un alfanje con su signo grabado para que se lo diera a oshun y esta asi compartiera todo lo malo que habia sobre la tierra, el padre de mobeyo murio pobre y borracho, porque vivio el osorbo de su signo, y su hijo que supo guiarse por las palabras de orunmila y adoro siempre a oshun y oggun llegando a alcanzar el poder de la riqueza, donde siendo ambos oshe paure, la inteligencia de uno, supero los errores de otro. El awo tiene que medir mucho sus pasos en la tierra y cuidarse mucho del descredito y la borrachera y cada uno de sus pasos contarlos con orunmila, para vivir siempre a la sombra de olofin y de orunmila, que eran sus poderes.