Cierta vez el pueblo no hacia mas que comentar de orunmila
que si era adivino o milagroso; todos estos comentarios
llegaron a oidos de obatala, y este ya estaba cansado de oir
a todas horas lo mismo, y mando a buscar a orunmila y reunio
a todos los santos a su alrededor y delante de ellos le dijo
a orunmila que queria que les demostrara la verdad sobre
todo lo que el pueblo decia sobre los milagros, y orunmila
le contesto: yo unicamente cumplo las orientaciones de
olofin y hago lo que me ordena.
Entonces obatala le dijo: yo quiero que usted me seque el
mar; y orunmila le contesto: si, yo acepto, pero con la
condicion de que usted cocine, pues segun yo trabajo, voy
comiendo. Obatala le dijo: yo acepto, preparare la comida,
y orumila le dijo: la comida se la voy a dar yo para que
usted me la cocine, y baba acepto.
Entonces orunmila saco de un bolsillo cinco piedras y se las
dio para que las cocinara y ademas tres abanicos. Orunmila
empezo a sacar agua con un cubo del mar y obatala empezo a
preparar la comida con las piedras que orunmila le habia
dado. Pasaron tres dias y baba estaba cansado y agotado de
estar agachado ecahandole fresco a la candela para poder
cocinar las piedras y entonces le dijo a orunmila: compadre
es imposible preparar la comida, estas piedras no se ablandan
y orunmila le contesto: es imposible secar el mar y
obatala le dijo: to iban eshu.