Habia un ciego limosnero que tocaba el redoblante y le cantaba al rey, pero todos los dias el pedia su limosna. Y decia que mientras su angel no lo vendiera no habia rey que le pudiera hacer nada. Su enemigo lo oyo y se lo conto al rey, este mando a buscar al ciego y le dio a guardar un collar de coral. El ciego salio para su casa y su enemigo lo siguio con la intencion de ver donde guardaba el collar. El ciego puso el collar en un lugar donde lo creyo seguro, su enemigo lo cogio y salio a botarselo al mar, a los pocos dias el rey mando a buscar de nuevo al ciego, para que le devolviera el collar. El ciego regreso a su casa y cual fue su asombro al notar que le faltaba el collar. Se volvio loco buscandolo hasta que se decidio a ir a casa de orunmila a registrarse, este le dijo: que tenia que hacer ebbo y tenia que darle de comer un pargo grande a su leri y que se fuera y el pargo fuera bien grande que lo comprara, y que despues que se terminara la rogacion lo abriera y lo registrara. El ciego asi lo hizo y cuando abrio el pescado encontro el collar. Lo cogio y se lo llevo al rey.
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