Olofin, se quejaba de que no tenia noticias de lo que pasaba en la tierra y que oduduwa no le comunicaba
nada sobre los eggun. Oduduwa vivia en la tierra de inle lanire awo, en cuyo lugar todos los eggun se
sembraban al pie de igui odan y debido al secreto que poseia este igui, oduduwa confirmaba en que olofin
estaba recibiendo toda la informacion de lo que hacia y pasaba en la tierra. Pero el gran secreto que tenia odan, no podia transmitir nada a olofin, porque el gran poder de Shango
lo impedia, debido a que estaba disgustado con oduduwa, porque no contaba con el para nada de lo que el
hacia.
Olofin se molesto y mando a awo obari lorun, para que hablara con oduduwa, ao obara ni lorun, venia
impulsado cantando:
“oba ni lorun baba ladeo eggun mafun olodumare”
Shango, que lo oyo, lo intercepto en el camino y lo consagro escondiendole despues, oduduwa, que sabia
que Shango tenia un gran secreto el cual tenia necesidad de saber para darle cuenta a olofin de lo que
pasaba en la tierra, no le quedo mas remedio que mandarlo a buscar.
Cuando Shango, llego donde estaba oduduwa, empezo a cantar:
“eggun baba ni lorun, eggun mafun olofin eggun baba ni lorun, eggun mafun olofin eggun odudua baba ni
lorun, eggun mafun olofin.”
Cuando Shango cantaba esto, tenia en la mano tres pashanes, un huevo, un osiadie dundun y al cantar
salieron todos los eggun y se pusieron al pie de olofin, oduduwa que vio eso, se asusto y se fue a
arrodillar ante Shango, pero este no lo permitio, entonces oduduwa le dijo a Shango, para cualquier cosa
que yo tenga que hacer, tu siempre tendras que estar conmigo y Shango le pidio la bendicion.
Tenemos que consagrar al awo obani lorun y lo hicieron al pie de igui odan, para que sea su mensajero y
siempre viaje sin parar entre ud. Y olofin, cansagraron al awo obani lorun y lo hicieron rey mandadero entre
la tierra y el cielo, mientras que Shango y oduduwa daban golpes con los tres pashanes en el suelo,
despues Shango cogio nueve hojas de igui odan caidas, el huevo y la medida del awo obani lorun y se la
pusieron en una jicara y le pusieron el gran secreto y le dijeron:
“mientras que le mundo sea mundo, tu seras el mandadero sin descanso de olofin, de oduduwa y Shango.”