En este camino habia un pueblo que tenia a un rey el cual acababa de heredar el trono y a este aun le gustaba mas la vida corriente que la vida de palacio. El creia que con la responsabilidad que ahora poseia no podia seguir viviendo la vida holgada y llena de aventuras que el llevaba anteriormente por lo que se resigno a la vida apasible y palaciega. Un buen dia le dio deseos de salir de palacio, pero no como rey, sino como un simple hombre por lo que se quito sus habitos y se vistio con ropa comun y corriente y salio esa noche del palacio notando que nadie lo reconocia por lo que cada vez que se le presentaba la ocasion salia a recorrer el mundo. Un dia se entero de que en el pueblo estaban festejando los carnavales y salio disfrazado, colocandose en la cara una mascara. Alli se encontro con una bella mujer y esta le exigio verle el rostro. El se quito la careta y desde ese momento comenzaron a vivir un romance el cual duro bastante tiempo. Dicha mujer salio en estado y le dijo al rey: he soñado que tu eras un rey y que tenias esposa e hijos; el rey al oir esto huyo de su lado para nunca mas volver a verla. Pasado el tiempo, esta mujer y su hijo, hecho un hombre, fueron al pueblo buscando una vida mejor, pero al llegar habia fiesta en el pueblo en honor al rey y sucedio que el soberano se asoma al balcon a saludar a su pueblo, y la mujer vio aquel rostro del hombre amado y padre de su hijo. Cuando paso el asombro, se introdujo en el palacio y fue directamente a ver al rey, quien al verla le dijo; no digas nada, tienes toda la razon, se que tenemos un hijo y a el nada le faltara. Siempre te quise, pero fuerzas mayores me hicieron alejarme de ti; quiero que me des a nuestro hijo para hacerlo un hombre de bien y tu te puedes quedar en el palacio. Ahora yo quiero decirte algo, replico la mujer, yo lo unico que quiero es que no olvides las palabras que me has dicho.