La reina dio a luz y le robaron el omo, el que andando el tiempo llego
a ser awo de orunmila y gano mucha fama de saber. Un dia este joven awo
llego a una tierra distante y el rey lo llamo, para que lo consultara.
El le dijo: lo que a ud. Se le perdio va a aparecer. El rey molesto
le respondio: lo unico que a mi se me perdio fue a mi hijo que mis
enemigos se lo llevaron recien nacido. El tenia en su cuerpo dos lunares
de pelos.
Al oir el awo esas palabras del rey, se quito la camisa y, cuando el rey
lo vio, se le encimo y lo abrazo fuertemente, pues era el hijo del rey.
Y asi comenzo una nueva vida para aquel awo que habia pasado tantos
trabajos en su niñez.