Habla un hombre que estaba en la tierra de Ifá y fue a ver a Orúnmilà porque estaba muy mal y le salió este signo. Orúnmilà le dijo que él pertenecía a otra tierra que estaba muy lejos y que él allá en su tierra iba a estar muy bien, marcándole una rogación para que la justicia lo prendiera y lo llevara de esa manera para su tierra. Así sucedió y dicho viaje lo realizó en calidad de preso y gratis, Al llegar a su tierra, resultó que él no era el hombre que buscaban y quedo en libertad. Entonces se entero que lo andaban buscando para entregarle una herencia que le habían dejado unos parientes y se hizo rico.