Elégbà, Ogún y Ochosi se encontraron una vez, estaban muy mal y acordaron ir a la ciudad más próxima. Fueron y cuando llegaron mandaron a la gente a que hiciera Ebo. Todo el mundo se sorprendió porque momentos antes Órúnmilà había hecho una rogación. Pero dada la insistencia de la gente, obedeció y cuando estaban haciendo el Ebo y dio en el 'Tablero de Órúnmilà, éste preguntó: ¿Quién está haciendo la rogación? Acabándola Órúnmilà de hacer, junto al que la hacía, contestándolo Eshu: que él era. Órúnmilà le respondió: Entonces está bien lo que mis hijos hacen. Desde entonces arriba de un Ebo se puede hacer otro Ebo.