Olofin mando a buscar al perro para darle un cargo, pero él ni hizo Ebo ni hizo caso, a pesar de que se levantó muy temprano para ir a casa de Olofin. Cuando iba por el camino se encontró un hueso y se puso a comerlo, pero se tardó tanto, que en ese tiempo llego la tiñosa primero, la que se había levantado más tarde. Olofin le concedió el cargo a la tiñosa y cuando el perro llego ya era tarde y se quedó sin nada.