En un tiempo Osun y Elégbà andan juntos para todas las parrandas, pero un día sucede que Osun se emborrachó se quedó dormido, y Elégbà se robó un chivo, lo mató y le untó la sangre del chivo en la boca a Osun y Elégbà se comió el chivo. Cuando fueron a buscar el chivo se encontraron a Osun dormido, con toda la boca llena de sangre y lo prendieron como verdadero autor del robo.