Había una época donde la gente y los animales andaban sin cabezas y el cangrejo fue a casa de Olofin a pedirle cabeza para todos, para así tener con qué pensar. Olofin le contestó al cangrejo que ya él avisara antes de repartir lay cabezas. Así fue, el cangrejo salió de noche para avisarle a todo el mundo, que ya iban a repartir las cabezas. en esa tarea le sorprendió el día muy distante de la casa de Olofin las personas y los animales llegaron a tiempo, se llevaron las cabezas, pero como el cangrejo lo agarró lejos y estaba cansado de caminar llegó tarde a la casa de Olófin y no pudo alcanzar cabezas a pesar de ser el primero en saberlo. Llegó último, quedándose sin cabeza por castigo.