Había una vez una tribu en la cual reinaba un rey que era
justo con su pueblo, estableciendo que el que causara una
muerte, con su vida la pagaba, pero en esta tribu había un
awo de grandes conocimientos, siendo el consejero directo
del rey, el cual se asesoraba con dicho awo.
También en dicha tribu había un individuo que siempre
deseaba más de lo que Olofin le permitía, ese individuo se
dedicaba al comercio, pero con tal de mantenerlo no le
importaba la forma en que pudiera tener sus ganancias. era
tanta su ambición que dijo que no solo comerciaba en su
tribu sino que había extendido su comercio a otras tribus
vecinas.
Un día aquel hombre más por curiosidad que por fe fue a ver
al awo del rey, el cual al consultarlo le vio este Ifá y le
dijo: tu eres un hombre insaciable de riquezas y tu forma de
ser te puede perder porque ya solo no es dinero, sino que tu
tienes aspiraciones de ser rey. Confórmate con lo que Olofin
te ha dado y no trates de ser lo que no serás. Tienes que
hacer ebbo con: akuko chacharas (grillo grifo), eyele meyi,
un pedazo de hueso de res, así afun fun, gbogbo, eku, eya,
awado, opolopo owo.
Aquel hombre no creyó ni hizo lo que el awo le había dicho
si no por el contrario se burló de él. Pasado un tiempo
aquel individuo con afán de riquezas y poder en contubernio
con otro individuo empezó a gestar una revuelta para
derrotar al rey y el asumir el poder tal como lo había dicho
el awo.
Pero como todo lo malo no está bien visto por Olofin, aquel
awo le hizo osode al rey y le dijo que tenía que hacer ebbo,
para no ser traicionado. el rey hizo el ebbo y cuando aquel
hombre ya tenía preparada la fechoría, el día señalado para
el derrocamiento del rey, él se puso al frente de sus seguidores
y con una ada en su mano le causó la muerte a uno de
los fieles del rey, pero fue hecho prisionero y llevado en
presencia del soberano.
Aquel individuo negó los cargos que se le imputaban, pero el
rey le dijo al awo que consultara con Ifá, así lo hizo el
awo diciéndole Ifá la verdad de los hechos. pero aquel
hombre seguía insistiendo en que él era inocente de aquella
revuelta y la muerte de aquel hombre. entonces aquel awo le
dijo al rey: haga traer el cadáver. Así lo hizo el rey,
poniendo el cadáver delante de aquel individuo. el awo le
dijo: "este asesinato que fue cometido en un hombre de los
nuestros con el objeto de nuestra ambición. Olofin ha hecho
ver a la luz del día lo que tu tratas de ocultar".
Olofin ordeno que se golpeara al cadáver con una canilla de
res y así es como lo resucitará y el podrá decir quien fue
el causante de su muerte.
El cadáver resucito y acuso a aquel hombre de haber sido su
asesino, pagando con su vida lo insaciable y ambicioso que
había sido.