En este camino alawana era un ser muy poderoso el cual tenia el cerebro muy grande lo que le permitía estar en dos mundos a la vez; el mundo interior del espíritu y el mundo exterior que lo rodeaba. Cuando él se encontraba con todo el poder en el mundo interior, no oía lo que le decían sus hijos y ellos creían que Oduduwa alawana estaba sordo; sus hijos eran aguemas. Entonces un día Orunmila fue a su casa a hacerle osode, donde le vio este Ifá marcándole ebbo con dos pitos, uno abierto y otro cerrado; cuando Orunmila sonó el pito abierto Oduduwa despertó de su mundo interior regresando al exterior material, bajando de la palma donde se encontraba su casa, a la tierra cubierta por una sábana blanca cumpliendo con todo lo que sus hijos le solicitaban y rindiendo moforibale a Orunmila, pues gracias a él, al ebbo y al signo Ogbe Bara, pudo comunicarse con los dos mundos, el material y el espiritual.