Orunmila en aquella tierra se llamaba Ogbe Bara y había
venido desde muy lejos y llego a Ife que era gobernado por
Oggún y Elegba.
Ogbe Bara comenzó a adivinar en esa tierra donde adquirió
fama llegando a disponer de muchos ahijados y dinero, pero
su máxima aspiración era convertirse en el oba de aquella
tierra. En su afán olvido que primero tenía que contar con
los reyes de esa tierra que eran Orun, Elegba y Oggún.
Elegba tenía una cría de akuko en su patio y se complacía
mirándolos, pero un día Ogbe Bara mando hacer ebbo con uno de
los akuko de Elegba y este al enterarse lo increpo delante
de Orun y de Oggún, acusándolo de utilizar animales ajenos en
sus eboses. Entonces Orun y Oggún lo votaron de Ife y tuvo
que salir a peregrinar por la tierra de los orishas donde se
encontró con un personaje muy raro quien montaba un owunko,
ese personaje era eshu forun, y este le dijo: si tú me das
comida yo te ayudo a levantarte, pero con la condición de
que tienes que ser humilde y olvidarte de tus ansias de
mandato, pues tu lo necesitas para ordenar tus cosas, pero no
puedes tener mandato en la tierra de ife, solo en la tierra
de los orishas. solo con mi ayuda lograras alcanzar el
respeto de tus semejantes.
Ogbe Bara le dijo: está bien y llevo a eshu forun para su
casa y le dio la comida que este pidió y de esa forma llego
a dominar la tierra de los Òrìshàs. Y desde Ife observaron
como Ogbe Bara dirigía esa tierra, comenzando a llamarlo de
nuevo, así que, aunque no tuvo mando en la tierra de Ife, se
hizo necesario y nombrado gracias a eshu forun y Orumale
orisha.