Habia un herrero que se lamentaba de que estaba muy mal, fue a casa de
orula y este le dijo, que el tenia que hacer ebbo, y como el herrero no
tenia con que hacer la rogacion, empezo de nuevo su tristeza.
Al dia siguiente empezo a prender la fragua, muy temprano para ponerse a
trabajar, y al mover la ceniza se encontro un ñame y dijo: ya tengo
para pasar el dia de hoy, pero grande fue su sorpresa cuando al partir
el ñame, se encontro que tenia dinero dentro, en donde el pudo pagarle
a sus acreedores, que tenia pendiente su rogacion.
Obatala fue quien le puso la riqueza para que el no pasara mas trabajos y
asi pudiera pagarle a sus acreedores.