En la tierra de shango cogieron un pajaro, lo pusieron en un jaula y le
echaron comida; pero el pajaro no hacia mas que volver la cabecita
mientras decia: ay mi casa! Y asi pasaba su vida; le echaban de cuanta
comida habia, pero el animalito no probaba nada.
Ya viendo que el pajaro se podia morir de hambre decidieron averiguar el
porque no comia. Toda la gente del pueblo trajeron una hebra de hilo y
las empataron formando un cordel muy largo que amarraron a las paticas
y lo soltaron para ver a donde iba.
El pajaro al verse libre alzo el vuelo, y sus captores lo siguieron
hasta verlo llegar a una laguna; alli se poso, abrio las alas, se
sacudio la cola y se puso muy contento.
Los que lo fueron siguiendo, vieron que dentro de la laguna habia
dos palos en cruz, donde se paraba el pajarito. Ellos apresaron
de nuevo al pajaro y se lo llevaron junto con los palos; y cuando
volvieron lo encerraron dentro de la jaula y alli era donde se pasaba
el pajaro su vida, quitandole las horas de comer, pudiendole conservar
asi de esta manera.