En este camino habia un herrero que atravesaba una mala situacion, por lo que constantemente imploraba a olofin. Este oyo su ruego y envio a elegba para concederle tres virtudes al herrero.Elegba le dijo al herrero: “he venido por mandato de olofin para concederte tres virtudes”. El herrero quedo inmovil, y su primera peticion fue que en la mata de cerezo que habia en su patio toda persona que subiera a ella, no pudiera bajarse sin su consentimiento. La segunda que todo el que entrara en su casa sin su autorizacion no pudiera salir y la tercera que todo el que se sentara en su mesa o silla que no pudiera salir ni levantarse de ella sin su consentimiento. Elegba se quedo perplejo, ya que todo eso le parecio sin logica alguna, pero dijo: to iban eshu.Pasaron los dias, y sucedio que el hijo del rey entro en la casa del herrero y como muchacho al fin, le llamaron la atencion los cerezos y se subio en la mata.Pasaron las horas y el rey notando la ausencia del hijo se puso intranquilo y mando su sequito a la casa del herrero, pero como el sequito entro sin contar con el herrero, no pudo salir.El rey, desesperado por el hijo y por su sequito que no regresaba, decidio ir personalmente a casa del herrero, donde entro sin su consentimiento, llamo al herrero y en lo que este venia, se sento en la silla, donde ambos se saludaron.Que tiene mi hijo que no puede bajarse de esa mata, pregunto el rey, el herrero como hombre modesto contesto: querido rey, todo aquel que suba sin mi consentimiento no podra bajarse del cerezo y por tal falta yo quiero que ud. Me de alguna tierras fertiles. El rey dijo, asi sera.El rey pregunto: que cosa es la que le sucede a mi sequito que no puede salir de su casa, pues vera, dijo el herrero, toda persona que entre aqui sin mi autorizacion, no puede salir, y por tal motivo yo quiero una fortuna, no como la de ud., Pero respetada. El rey dijo asi sera.El rey fue a levantarse para irse con su hijo y su sequito y no pudo levantarse, y dijo, ya ud esta complacido con sus peticiones, que me ha hecho?. El herrero contesto, ud esta sentado en esa silla sin mi consentimiento y que para que pueda levantarse de ahí yo quiero su corona y su gobierno, y del cielo se oyo una voz que dijo: “to iban eshu”.
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