En los tiempos remotos olorun creo cuatro hombres y dos
mujeres y al poco tiempo comenzaron a nacer varios niños,
pero estos se morian y el pueblo le dijo a orunmila
(oragun), por que ocurre esto?, Vamos a tener que buscar
a otro dios que adorar para que deje vivir a nuestros
hijos.
Sucedio que dos de aquellos cuatro hombres eran awoses,
uno se llamaba abete y el otro asipelu. Ellos consultaron
a su ifa del cual vieron este signo y le dijeron a los
demas: olorun es nuestro padre, pero debemos buscar a
algun orisha para tambien adorarlo. Ellos le contestaron:
nosotros no sabemos el nombre de ese orisha. Los dos
awoses le dijeron: es orun y debemos adorarlo.
Los awoses juraron a orun y se lo mostraron a los demas.
Deben darle de comer todos los dias; ellos le dijeron,
eso es facil, pero como vamos a hacerlo si no sabemos
nada de el. Los awoses le contestaron: cuando la comida y
el sacrificio sean dados, ustedes danzaran, cantaran y
aplaudiran delante del secreto, y cogio un ore y lo hizo
girar y orun dijo: baba mamu. Cuando esto se realizo por
primera vez se hizo como juramento ante las tumbas de sus
hijos pero las madres no asistieron.
Entonces, lentamente, se fue incrementando en la tierra
el numero de habitantes y pasaron los tiempos.
Un dia, ellos quisieron tener un oba y lo juraron ante
orun, paso el tiempo y el oba dijo: vamos a sacrificarle
un toro a orun, cuando llegue el tiempo de la fertilidad
anual y todas mis mujeres estaran presentes cuando orun
hable.
Todos llegaron, el oba sacrifico el toro y el pueblo
canto y danzo. El oba dijo: yo soy el oba, como es
posible que un simple pedazo de madera tallada al girar
diga baba mamu?. Cuando orun vio que las mujeres estaban
presentes, se callo, los dos awoses ya muy viejos dijeron:
esto sucedio porque las mujeres no pueden estar
presentes cuando orun va a hablar y esto no es un simple
pedazo de madera, pero como eres el oba no te vamos a
disgustar, pero te decimos que esto es el erumole, el oba
del cielo.
El oba mando a sus mujeres para sus casas, para terminar
la ceremonia, pues orun no habla delante de las mujeres.