Habia un cazador que solo vivia de su caza y un domingo salio y se encontro un hermoso puerco espin
le tiro y le salio corriendo atras, pero cuando menos se lo esperaba se encontro con olofin al verlo este le
pregunto al cazador ¿que a donde iba? Y el cazador le contesto que venia a cazar pero que su situacion
no era muy buena.
Olofin le dijo, que su situacion iba a mejorar si el hacia desde ese dia lo que se le ordenara. Porque el
no podia cazar debido a que su suerte no estaba en el campo sino en el medio de la ciudad. Olofin saco dos vainas y le dijo: una la guardas en tu casa y la otra , desde hoy, siguiendo mis
consejos la pones en la puerta de tu casa.
El cazador subio como la espuma, tanto que llego a ser el mayor contribuyente de la ciudad. Pero un dia
fue a pagar una contribucion y el gobernador le dijo: parece mentira como ud. Ha prosperado y llego a ser
contribuyente. Entonces el cazador le conto al gobernador como habia sido y le regalo una vaina, y desde
entonces todas sus cosas fueron para atras y volvio a verse como antes, teniendo la necesidad de volver
a cazar. Y cuando llego al monte olofin le mando a cortar la cabeza por haberlo desobedecido.