En un pueblo llamado aramba habian varios awoses que trabajaban
en armonia, menos uno llamado erigba que nunca estaba
conforme con la mayoria, porque el le decia a sus hermanos:
ustedes maltratan mucho y abusan de la gracia con que
olofin no ha premiado, porque no se puede estar mencionado
a olofin todos los dias por cosas sin importancia. Tenemos
que hacer una junta superior para conseguir de la voluntad
de olofin que le suministre otros poderes auxiliares de
ifa.
Para responder en caso de emergencia, para los hijo de la
tierra, no siempre vamos a encontrarnos juntos todos, no se
puede pensar nada mas en el presente, pensemos en el porvenir,
en el futuro. Uno de ellos le contesto: tu no puedes
negar que tienes parte con eshu buruki, siempre tu estas
atravesado, no pareces ser hijko de baba yakuta, aqui nosotros
como mayores no queremos eti-ko-lelgbo-ri, por tanto
retirate de la presencia de nosotros, busca quien te siga ki
mura muranbe achiwere.
Erigba saludo a ifa y tomo la decision de irse del pueblo.
Echo sus ikines en una bolsita. A la salida del pueblo vivia
eshu en su casita cuidando la entrada y la salida, el le dio
el coco y le salio eyeife, continuo su aventurado viaje a
otros pueblos que el desconocia.
Cuando erigba se acercaba a la capital de etiopia, ese mismo
dia se abria el año, y fue atrapado por los guerreros guardianes
del rey. Fue presentado como un intruso o espia de la
religion al ser requisado su ifa en su bolsita, un collar
pintado de verde de semillas en el el cuello.
El rey lo mando donde estaba su confianza, que era nada
menos que un gran awo-ozain de esa tribu. En esa tierra los
sabios usaban una cadenita en el cuello, a la cual le colgaban
cuatro pedacitos de semillas abiertas por la mitad de
cada lado, muy parecida a la de erigba.
Cuando el awo-ozain fue con su cadena a saber quien era, vio
que le salio el signo ogbe tualara, pero el desconocia ese
sistema de investigacion. Acto seguido el awo-ozain dio
vuelta a la derecha y se hinco delante de su dios, y despues
de erigba. Cogiendo un caracol, soplando y haciendo una
llamada general para leer la letra por el dia que se abria
el año, dijo: este no es espia, es enviado de olofin y
guiado por eshu, es awo.
Les rindieron los honores de awo y le leyeron todo su pasado
en su tierra, lo llevaron ya en libertad, al templo sagrado,
donde erigba vio un santo al parecer negro, gordo, con un
collar que lo que tenia eran ocho pedazos de coco de tamaño
gigante. Lo llevaron al pie de una palma para que recibiera
la ceremonia de recibir el collar sagrado, con lo que
venceria todo lo que quisiera en un momento dificil, recomendandole
que lo llevara secreto en el bolsillo y al entrar
en su pueblo que se lo presentara a eshu.
Erigba asi lo hizo, mas tarde los que lo estigmatizaron y
que aun se encontraban en el pueblo, fueron a buscarlo,
porque cada vez que ellos iban a andar con ifa no podian
sostener los ikines en la mano y cuando uno de los mayores
alentaba al otro para el sentarse, tampoco podia abrir los
dedos para escribir.
Todo fue que eshu, mandado por shango les hacia eso para que
no cogieran a ifa como juego de lamba, entonces erigba con
su okpuele resolvio la situacion para todos y asi no tendrian
que cargar con el tablero para hacer cualquier registro.
Ogbe tuanilara trajo el okpele de abisinia.