En irepe habia un sabio que vivia de lo mejor, el se daba
muy buena vida por el capital que tenia, pero siempre cuando
iba a hacer de las suyas iba uno de los hijos, el cual se
prestaba para que su padre engañara a su propia madre, ya
que siempre recibia dinero de manos del padre.
El tambien representaba tener capital, ya que tenia un gran
almacen de hierba, la cual vendia gran cantidad a los extranjeros,
y de ese fruto sacaba aceite de mani.
Pero un dia el padre se enfermo y no podia atender el negocio,
el tenia su secreto a la entrada del almacen y un dia
en que fue a registrarse, le salio este oddun, por el camino
d perdida y robo, por lo cual el fue al almacen y se fijo si
le faltaba algo, pero al parecer no le faltaba nada.
Mientras, el hijo se llevaba los sacos de mani uno a uno,
por lo que no se notaba la falta, y los vendia como hacia su
padre, disfrutando de la misma vida.
Pero cierto dia, el padre, que ya habia mejorado, hizo un
balance notando la falta de mercancia, por lo que reunio a
toda la familia para pedirle ayuda en vigilar al ladron y el
hijo de su confianza fue el primero en protestar; los demas
se negaron, por lo que el padre indignado puso una trampa
que consistia en una flecha, la cual se disparaba cuando
movieran un saco.