Habia una vez un cazador que sostenia con ese oficio a su familia y
nunca hacia ebbo y viendose en un estado de necesidad tan terrible
llego a pedirle clemencia a los santos.
Tanto pidio que olokun vino a atenderlo, recomendandole a yemaya que
atendiera a fogue.
Este andaba en el campo cuando yemaya le mino el camino poniendole
unos sacos repleto de owo. Cuando fogue regresaba para la ciudad,
se encontro con el primer saco o cesto de dinero. Lo tomo indiferente y
ni cuenta se dio de lo que el habia pedido a los santos, siguio
caminando y por el paso seguia encontrandose cestos, pero vio un humo en
una estancia y se llego hasta alli.
Fogue entro a la estancia y llamo al amo, este no respondio y
fogue se creyo solo y tomo un ñame salcochado que habia y se puso a
comer. El tenia mucha hambre y en eso se presento el amo y le pregunto
que con que permiso el habia cogido lo que el se estaba comiendo y
entrado dentro de la hacienda, llamandole ladron.
Fogue le pidio perdon muy abochornado y le pidio agua y se marcho dejando
los cestos. Y asi fue como volvio a perder la suerte.