Orunmila mando al barco a que hiciera ebbo, pero este no lo hizo
porque se encontraba muy feliz y contento surcando los mares,
entonces orunmila, mando al muelle a que hiciera ebbo y este si lo
hizo. Paso un tiempo y se presento una tormenta en alta mar que
sorprendio al barco, y este para no sozobrar tuvo que ir a
refugiarse en el
Muelle al que le tuvo que pagar tributo por su estadia.