Una vez elegba tenia deseos de comer mani e invito a yemaya para
ir juntos a robarlo en los graneros de olofin. Yemaya asustada le
contesto: eso no puede ser porque olofin lo ve todo y nos va a
descubrir, elegba la convencio diciendole: si hacemos las cosas
como las tengo pensadas no sucedera nada.
Cuando llegaron a los graneros de olofin, elegba le dijo a yemaya que
lo montara sobre los hombros, que el seria el que cogeria el mani, y
le daria a ella. Asi lo hicieron y se robaron una buena cantidad de
mani.
Al dia siguiente olofin en su recorrido por su granero, detecto el
robo, y comprendio quienes eran los ladrones, cito a una reunion a
todos los santos para desenmascarar a los mismos. Segun olofin iba
interrogando a cada santo, este se iba justificando y olofin sabia
quien le decian la verdad.
Cuando llego el turno a elegba le pregunto sobre el robo, este le
contesto: mi padre, con estos pies que se han de comer la tierra yo no
he entrado a su granero; y olofin le pregunto a yemaya, y esta le
contesto: mi padre, con estas manos que han de comer la tierra yo no he
tocado su mani. Olofin queriendo ser justo, y ante la salida que le
dieron elegba y yemaya, no le quedo mas remedio que perdonarlos.