Iyalona era una viuda que tenia varios hijos y vivian sufriendo porque eran muy pobres y ella deseaba verlos vivir bien y para lograrlo se pasaba la vida rogandole a los egguns y a los orishas. Un dia el eggun de su esposo le dijo: yo te voy a ayudar a que logres tus deseos, protegere a uno de mis hijos y le dare suerte, pero esa suerte el tiene que compartirla con sus hermanos pues de lo contrario se la quitare de nuevo; para comenzar a ayudarte me tienes que dar dos akuko fun fun junto con shango. Iyalona se asusto, pero ante el deseo tan grande que tenia de ver a sus hijos vivir bien, salio a camino y comenzo a visitar a sus hijos para que la ayudaran a conseguir las cosas para darle de comer al eggun de su esposo. Ellos le iban contestando: mama ud. Cree que el espiritu de papa va a poder ayudarnos?. Solo uno de sus hijos le contesto: "madre digame lo que ud. Necesita que la veo tan preocupada?. Ella le contesto: hijo mio necesito dos akuko fun fun para darselos al espiritu de tu padre. El hijo le contesto: "espereme aqui que voy a buscarlos". Al poco rato el hijo le entrego a su madre los dos akuko fun fun. La madre y ese hijo que se llamaba omomole y que era el mayor salieron a camino en busca de shango. A poco lo encontraron y le contaron lo que el eggun le habia dicho a iyalona. Shango les dijo: vamos a llamar a ese eggun para que le de a omomole la suerte que el le ofrecio. Shango hizo una cruz en el suelo y entre el y eggun se comieron los dos akuko fun fun. Despues le dieron las gracias a omomole y despues le advirtieron: "siempre tendras que ayudar a tus hermanos, jamas los abandones a ellos ni a tu madre iyalona, pues el dia que no cumplas este pacto te quitaremos la gracia que te hemos concedido
Comentarios