Orúnmilà no hace más que hacer travesuras y todo el mundo no hacía más que quejarse de él. En eso Obatalá lo mandó a que le trajera a la muerte y Orúnmilà se la trajo. Después para poder retirarla, hubo que darte dos gallinas prietas. Aquí fue donde la muerte conoció el camino de Obatalá, el cual le entregó el mando del mundo a Orúnmilà.