Obatalá tenía una hija y varias personas fueron a pedirte la mano de su hija. Obatalá a todos les dijo que sí. Entonces Ogué cogió un palo y amarré tres ñames. y una mazorca de maíz muy peluda y sin taparlo se presentó ante Obatalá con el mismo propósito de los demás, entregándole como presente lo que llevaba, la hija lo vio y le dijo que era la comida. Obatalá a todos les había pedido un bastón con ojos. nariz, boca, según le llevaba, él los ponía detrás de la puerta, de ahí salía una muchacha del gusto de los interesados y cada uno se llevaba a su señora. Entonces Obatalá le dio a Ogué el tiempo que necesitaba para arreglar sus asuntos. Este le había dicho que tan pronto como vendiera su cosecha Obatalá le dio unas manillas, que al poco tiempo o días de sembradas le dieron fruto. Aquí Ogué se hizo de ropas y de todo para casarse.
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