Obatalá tenía un comercio y no vendía nada, porque su enemigo con las mercancías que le había cogido a Bàbá, se había establecido cerca del lugar, con igual negocio, robándose a toda la clientela. Un hijo de Bàbá, que vio lo que pasaba, se tomó la venganza por su mano, pero el enemigo se enteré y le preparé una trampa y cuando el hijo de Bàbá fue a castigarlo. El enemigo de su Padre cayó en la misma trampa que le había preparado al hijo de Bàbá y lo mataron.