Al principio del mundo, todos los pájaros trataban de matar a la paloma preparando una trampa con pegamento, con el fin de atraparla con vida, para dar una fiesta a su nombre. La paloma antes de ir fue a casa do Orúnmilà e hizo Ebo, después asistió al convite. Se posó en un árbol y cuando llegaron a echarle mano, ella emprendió el vuelo, descubriéndose la traición que contra ella se había tramado.
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