En la tierra de Arará había una gran mortandad. Se estaba diezmando las Tierras. Orúnmilà fue a ese lugar y el rey le consultó el caso. Orúnmilà le marcó Ebo con: pico, guataca, pala, àkúko y un saco de efun. Después de terminado el Ebo, con las herramientas había que abrir una zanja para enterrar a los muertos, (porque allí en esa época no se enterraban a los muertos). Después se ordenó que con el efun se pintara todas las casas de blanco. Terminada esta operación, cayeron grandes aguaceros, él Había recomendado que nadie se mojara con agua de lluvia. De esta manera desapareció la epidemia en ese lugar, Por esa causa, los Araras realizan sus trabajos a los pies de Orúnmilà