Cuando en el reinado do Éjiogbé éste no podía vivir, por los enemigos que tenía, se fue para otra parte. Entonces en su ausencia. Todas las cosas empezaron a andar al revés cada cual hacia lo que le daba la gana. El Rey se lamentaba cada día más de la pérdida de Éjiogbé. Entonces una vez por medio de Eshu se supo que en otro pueblo había un parecido a Éjiogbé. El Rey lo manda a buscar y le ofreció el mando y amplios poderes para que él hiciera lo que quisiera. Éjiogbé lo consulta con Olófin. Olofin le contestó que todo era verdad, que aceptara, que lo respaldaría en todo lo que hiciera y tendría su aprobación. Entonces Éjiogbé fue al pueblo a gobernar, empezando su gobierno y eliminando a todos los enemigos.