Olófin mandó a buscar a todos los reyes y príncipes, también a Orúnmilà para saber con el registro del año cómo andarían las cosas. Los invitados vinieron a todo lujo, menos Orúnmilà que vino con ropas de trabajo y cuatro ñames. Cuando se hacia el registro, los reyes y príncipes se mofaron de Orúnmilà diciendo (miren de quien dependemos). Cuando se terminó el registro se retiraron pasándose todo el año en diversiones, menos Orúnmilà. Que se puso a sembrar Alos ñames, obteniendo muy buenas cosechas. Cuando se terminaba el año faltaba ja comida y los que se habían reído de Orúnmilà tuvieron que rogarle y pagarle para poder comer de dicho fruto, porque en el registro había salido que iba a faltar la comida.
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